Alimentos que te ayudan a refrescarte y no deshidratarte

Mantener una correcta hidratación es importante todo el año, pero aún más cuando aprietan las altas temperaturas. Y más allá del vaso de agua, este elemento está presente en todo lo que comemos. Proponemos algunos productos y recetas con efecto “nevera corporal”.

Alimentos que te ayudan a refrescarte y no deshidratarte

Nos pasamos el año esperando que llegue el verano, y cuando por fin nos vemos inmersos en la época estival nos damos cuenta de que hay un factor con el que de hecho contábamos, pero que hace que estos meses no sean tan agradables como nos gustaría: el calor. Combatimos las altas temperaturas de diversas formas, entre la ropa más ligera y los ventiladores y aparatos de aire acondicionado, y en lo que a la alimentación se refiere, consumiendo líquidos. Granizados, horchatas, tés helados y cualquier brebaje frío alivian el agobio por la canícula. 

Pero podemos llenar el depósito de agua de nuestro organismo con alimentos sólidos. El agua que consumimos a través de estos supone en un país vecino como Francia el 36% de la ingesta total del líquido elemento, según un estudio publicado en Nutrients en 2016 (en Reino Unido es menor, del 27%). Su contribución es fundamental para “regular la temperatura corporal (esto es importante durante la práctica de la actividad física), la motilidad intestinal o la función renal, entre otras muchas”, dice Antonio Gómez, dietista-nutricionista miembro de la Junta Directiva del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunidad Valenciana (CODiNuCoVa).

«Su contribución es fundamental para regular la temperatura corporal, la motilidad intestinal o la función renal, entre otras muchas”

Antonio Gómez, dietista-nutricionista miembro de la Junta Directiva del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunidad Valenciana (CODiNuCoVa)

Cuando aumentan las temperaturas, su concurrencia se hace indispensable, puesto que la deshidratación puede ser más rápida y derivar en lo que se conoce como golpe de calor. “Resulta peligroso, sobre todo en la población más vulnerable, como lactantes, niños, embarazadas y personas mayores, junto con deportistas”, advierte el experto.

¿Mejor fríos?

Tendemos naturalmente a preferir alimentos fríos en verano; por algo devoramos helados y aderezamos el café o el té con cubitos de hielo. Y, aunque no tengan un efecto refrigerante como tales, “pueden ayudar a regular la temperatura corporal”, opina el nutricionista Antonio Gómez.

No obstante, hay que tener en cuenta que si los consumimos demasiado fríos puede resultar contraproducente. “En contraste con la temperatura elevada del cuerpo, se puede provocar un choque térmico, que derive en un corte de digestión, náuseas o dolor de cabeza. Por eso se desaconseja durante la práctica del deporte o la digestión, momentos en que el organismo está a pleno rendimiento y se incrementa la temperatura corporal. Los 16 o 18 grados del frigorífico son lo más recomendable”, añade. 

Algunas ideas con frutas y verduras

Estos son algunos alimentos que pueden ayudarnos a mantener el cuerpo bien hidratado y a la temperatura correcta.

Granizado de sandía

Cómo hacer granizado de sandía

Es la fruta con mayor contenido en agua (93%) y además contiene licopenos —como otros alimentos de color rojo— que son buenos para la salud cardiovascular. Como dice Antonio Gómez, un granizado de sandía puede ser perfecto a media mañana o como merienda. En el fondo, añade, para una idónea hidratación vale “cualquier fruta, ya que son ricas en agua, también muy presente en las fresas o la naranja, por ejemplo”. 

Pepinos y tomates, más que un complemento

Recetas de ensaladas refrescantes

En el campo de las verduras también encontraremos grandes aliados. Los pepinos contienen un 96,7% de agua, y los tomates, un 94%. “Aunque pueda parecer una obviedad, deben consumirse preferiblemente en crudo para absorber dicha cantidad de agua”, aconseja el nutricionista. 

Ensalada con fruta y queso fresco

Ensalada con fruta y queso fresco

Un modo de combinar frutas y verduras para obtener un primer plato hidratante y sabroso. “Se pueden emplear tomate, lechuga, pepino y melón, sandía y/o naranja. Podríamos añadir una proteína, como por ejemplo el queso fresco: cuanto más fresco, más cantidad de agua mantendrá”, apunta Gómez.

Crema fría de calabacín con hierbabuena

Crema fría de calabacín con hierbabuena

Si nos hartamos del clásico gazpacho (que ya es difícil), aquí tenemos esta alternativa que sugiere el experto. El calabacín contiene un nada despreciable 96,5% de agua. La hierbabuena le aporta un toque refrescante y facilita la digestión. 

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