Sensibilidad al gluten no celíaca: todo lo que tienes que saber

La sensibilidad al gluten no celíaca ha comenzado a ser reconocida y estudiada hace poco más de una década. Esta patología puede aparecer en cualquier momento de la vida y ser transitoria, mejorando cuando el paciente afectado realiza una dieta sin gluten.

síntomas sensibilidad al gluten

La sensibilidad al gluten no celíaca ha comenzado a ser reconocida y estudiada hace poco más de una década. Esta patología puede aparecer en cualquier momento de la vida y ser transitoria, mejorando cuando el paciente afectado realiza una dieta sin gluten.

¿Qué es la sensibilidad al gluten no celíaca?

Muchas personas se preguntan qué es la sensibilidad al gluten no celíaca. Lo primero que hay que saber es que no es lo mismo que ser celíaco, aunque se puede confundir, ya que ambas patologías comparten síntomas muy parecidos. 

Para establecer que una persona sufre de sensibilidad al gluten no celíaca se realiza lo que se denomina un “diagnóstico de exclusión”. Es decir, primero debe descartarse la enfermedad celíaca y la alergia al trigo. Después, se invita al paciente a realizar una dieta sin gluten para comprobar cómo se siente. Si mejoran los síntomas, y empeoran al introducirse el gluten nuevamente, se considera que la persona ha desarrollado una sensibilidad al gluten no celíaca.

sensibilidad al gluten no celiaca

Síntomas de la sensibilidad al gluten

Los síntomas de la sensibilidad al gluten no celíaca suelen ser tanto intestinales como  extradigestivos. En ocasiones no son especialmente significativos, lo que complica el diagnóstico. Algunos de los más destacados son los siguientes:

  • Vómitos o náuseas.
  • Dolores abdominales.
  • Flatulencias.
  • Sensación de saciedad permanente.
  • Diarrea o estreñimiento. 
  • Entumecimiento de piernas o brazos.
  • Fatiga y sensación de ahogo.
  • Calambres musculares.
  • Dolores articulares.
  • Dolores de cabeza.
  • Desánimo.
  • Eccemas en la piel.
  • Lengua enrojecida y/o hinchada.
  • Confusión y/o malestar general.

Tratamiento de la sensibilidad al gluten

En la sensibilidad al gluten, el tratamiento para mejorar consistirá en una dieta sin gluten, que según señalan los especialistas no es necesario que sea muy estricta, ni tampoco de por vida. 

Dieta para minimizar los síntomas de la sensibilidad al gluten no celíaca

En la sensibilidad al gluten no celíaca, la dieta libre de gluten puede ser clave para que el paciente se encuentre mejor y deje atrás los molestos síntomas que acarrea. Consiste en evitar todo producto que lleve trigo, centeno y cebada, y sus derivados, como la harina, el almidón, el pan o las pastas. 

Lo importante de esta dieta es llevar una alimentación variada, con legumbres, hortalizas, frutas, verduras, carne, pescado, leche, huevos, semillas o frutos secos enteros. Estos son algunos de los alimentos más saludables que deberías incluir en tu dieta.

Si tienes sensibilidad al gluten no celiaca, lo mejor es acudir a un especialista en nutrición que te indique qué es lo que puedes o no comer, y que establezca la dieta más conveniente según tus circunstancias. Una de las ventajas de contar con un seguro de salud es que tienes acceso directo a los especialistas, sin largas esperas.

Test de sensibilidad al gluten

No existe un test de sensibilidad al gluten no celíaca como tal. Sin embargo, para el diagnóstico de esta patología habrá que descartar previamente que no eres celiaco y que no tienes alergia al trigo. Si quieres realizar un test de alergias alimentarias, lo mejor es acudir a tu médico, que te indicará los pasos que debes seguir. Y si lo que buscas es someterte a pruebas de celiaquía, puedes hacerlo a través de pruebas de serología y pruebas genéticas.

Las pruebas de serología detectan los anticuerpos que producen los celiacos ante la presencia de gluten, pero existe la posibilidad de que el test te dé negativo, aunque seas celíaco, si llevas tiempo siguiendo una dieta sin gluten.

En el caso de las pruebas genéticas, lo que pretenden es evaluar las variantes de riesgo en los genes HLA-DQ, presentes en la práctica totalidad de los casos celiacos. En cualquier caso, si tienes sospecha de que puedes sufrir sensibilidad al gluten no celíaca, lo primero que debes hacer es consultar con un especialista, que es quien deberá valorar tu caso de manera particular.

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