Hipoteca a tipo fijo o variable, ¿cuál es mejor?

Cuando una persona se plantea acudir al banco para solicitar un préstamo hipotecario, casi siempre hay una duda en su cabeza: ¿hipoteca a tipo fijo o variable? Ambas tienen sus pros y sus contras, pero conocer en qué consisten es el primer paso para hacer una correcta elección.

hipoteca variable

Cuando una persona se plantea acudir al banco para solicitar un préstamo hipotecario, casi siempre hay una duda en su cabeza: ¿hipoteca a tipo fijo o variable? Ambas tienen sus pros y sus contras, pero conocer en qué consisten es el primer paso para hacer una correcta elección.

¿Qué es una hipoteca de tipo fijo?

Una hipoteca de tipo fijo es aquella en la que pagas una cuota fija a lo largo de toda la vida del préstamo. Si estás dudando entre hipoteca a tipo fijo o variable, pero eres una persona que necesita estabilidad, esta fórmula podría ser una excelente opción.

Y si lo que buscas es recibir dinero por tu vivienda sin perderla ni dejar de usarla y, convertir así tu casa en un complemento de tu pensión, la hipoteca inversa es la solución perfecta para ti.

hipoteca fija

Ventajas y desventajas de las hipotecas de tipo fijo

Entre las ventajas de la hipoteca a tipo fijo se encuentran las siguientes:

  • Aportan estabilidad: al tener una hipoteca cuyo interés nunca cambia, tu cuota siempre es la misma, lo que te permite planificar mejor tus gastos.
  • Más seguridad: independientemente de cómo se comporte el euríbor, tu hipoteca no variará, ya que no depende de ningún índice. 
  • Fórmula cómoda: lo interesante es encontrar un interés competitivo y un plazo de devolución que te resulte cómodo.

Sin embargo, las hipotecas de tipo fijo también presentan desventajas

  • Más caras a corto plazo: suelen tener cuotas iniciales más caras que las variables si tienen un interés más alto. 
  • Los bancos pueden encarecerlas: las entidades bancarias pueden encarecer los tipos fijos cuando quieren que sus clientes opten por hipotecas variables. 
  • Comisiones por reembolso anticipado más altas: la amortización anticipada puede ser más cara que en las hipotecas variables.

Una vez valorados los pros y los contras, el siguiente paso sería calcular la hipoteca a tipo fijo para ver si cuadra con tus intereses y poder tomar una decisión definitiva entre una hipoteca a tipo fijo o variable.

¿Qué es una hipoteca de tipo variable?

La hipoteca variable es la que tiene un interés ligado a un índice de referencia que habitualmente es el euríbor, aunque también puede ser el IRPH o el valor de las divisas de cada país. Esto significa que si el euríbor, o el índice determinado sube, la hipoteca se encarece, y al contrario.  

Como estas hipotecas variables varían en función del índice de referencia, la entidad bancaria se encarga de revisarlas periódicamente. Las revisiones suelen ser cada seis o doce meses.

¿Cómo calcular la cuota de una hipoteca variable?

Calcular la cuota de una hipoteca variable puede ser determinante para las personas que dudan entre una hipoteca a tipo fijo o variable. En este sentido, el interés de las hipotecas variables se calcula sumando al índice de referencia un diferencial

El diferencial se pacta con el banco y siempre es el mismo. Por el contrario, el índice de referencia es el que va cambiando. Para conocer las mensualidades de una hipoteca variable existen simuladores de cuotas online, en los que solo hay que introducir ciertos parámetros para que te realicen el cálculo.

Ventajas y desventajas de las hipotecas de tipo variable

Entre las ventajas de las hipotecas de tipo variable se encuentran las siguientes:

  • Las cuotas pueden ser más baratas: el interés de las cuotas puede ser más barato que en las hipotecas fijas cuando el euríbor se encuentra bajo.  
  • Los bancos pueden dar mejores condiciones: en ocasiones los bancos reducen los tipos variables para hacer más atractivas estas hipotecas respecto a las fijas. 
  • Menos comisiones: por lo general, suelen incluir menos comisiones y, en caso de tenerlas, suelen ser más baratas. 

En cuanto a las desventajas, encontramos las siguientes:

  • Falta de estabilidad: como el interés está ligado al euríbor, la cuota puede variar.
  • Posibilidad de ser más caras: cuando el euríbor sube, las cuotas se encarecen y pueden ser menos convenientes que las de las hipotecas fijas.
  • Cuotas más altas el primer año: las hipotecas variables pueden tener un tipo fijo inicial más alto, aunque luego se liga al euríbor. 

Antes de pedir una hipoteca, ¿qué debes hacer? En primer lugar, estudiar las condiciones de la hipoteca fijo o variable para así poder determinar si tienes que apoyarte en alguna solución de ahorro e inversión y, en definitiva, para tomar la mejor decisión en función de tus circunstancias. 

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