Los desperfectos en una vivienda alquilada muchas veces se convierten en un motivo de disputa entre arrendador y arrendatario, que no siempre se ponen de acuerdo quién tiene que hacerse cargo de los gastos. Lo mismo ocurre con el coste de las obras necesarias en el inmueble. Para evitar confusiones y malentendidos, lo mejor es tener claro qué es lo que tiene que pagar cada uno de ellos y dejarlo todo por escrito en el contrato de alquiler.
Obras y reparaciones necesarias de un piso alquilado
Las obras necesarias en la vivienda, es decir, las obras de conservación necesarias para mantener el inmueble en condiciones de habitabilidad, tiene que asumirlas el arrendador, siempre y cuando el deterioro no haya sido causado por el inquilino.
Si la realización de la obra fuera urgente, el arrendatario tiene el deber de soportar las molestias que ocasionen. Aunque si se prolongan más de 20 días y el inquilino no puede utilizar una parte de la vivienda puede solicitar al propietario una rebaja del alquiler.
En cuanto a los desperfectos en el piso de alquiler, las pequeñas reparaciones por desgaste como consecuencia del uso ordinario de la vivienda tienen que asumirlas el arrendatario, quien podrá realizar reparaciones urgentes si avisa previamente al propietario de la vivienda, quien tendría que devolverle el importe de las mismas.

¿La fianza cubre los desperfectos?
Existe mucha controversia sobre quién paga los desperfectos en un piso de alquiler y si la fianza los cubre. En este sentido, existen diferentes motivos que podrían justificar que el propietario de la vivienda no devuelva la fianza al arrendatario cuando termina el contrato de alquiler. Estos son algunos supuestos:
- Desperfectos en muebles o electrodomésticos causados por el mal uso del inquilino y que requieran reparaciones que cuesten dinero.
- Realización de obras en suelo, fachada, techos o paredes de la vivienda sin que el propietario haya dado el consentimiento
- La propiedad se devuelve llena de suciedad al término del contrato de alquiler, lo que exigiría unas labores de limpieza para dejarla en iguales condiciones en las que se encontraba.
¿Qué desperfectos paga el inquilino?
En cuanto a los desperfectos del piso de alquiler y quién paga los mismos, hay que tener en cuenta que el arrendatario no podrá exigir que el arrendador pague los daños causados por el desgaste del uso diario, pero sí los que se deriven de irresponsabilidad o mal uso.
Por este motivo, conviene que, antes de firmar el contrato de alquiler, se haga una revisión en profundidad de la casa con el fin de detectar posibles fallos en aparatos eléctricos, enchufes, luces, etc.
En cualquier caso, existe un seguro para inquilinos, con tres modalidades para que contrates exactamente aquello que necesitas. Estos seguros son muy interesantes porque nadie está libre de causar daños no solo a la vivienda que tiene en alquiler, sino también a un vecino a un tercero.
¿Y el casero?
El propietario de la vivienda, por su parte, debe asumir los gastos de las averías que se produzcan en el piso, como las de la lavadora, el frigorífico o la caldera, siempre que se deba a su uso continuado y no a negligencia o mala fe del inquilino.
Si eres propietario de una vivienda, aprende a elegir el inquilino perfecto y así podrás minimizar los riesgos, además de asegurarte de que no causará problemas al resto de vecinos o que recibirás los pagos mensuales sin retrasos.
Para evitar fricciones, lo más recomendable es que exista comunicación y empatía entre arrendador y arrendatario. Y, en cualquier caso, sabiendo que los desperfectos en la vivienda alquilada suelen ser un motivo frecuente de disputa, es importante redactar un buen contrato de alquiler, donde vengan especificadas las situaciones más comunes que pueden ocurrir en el día a día y a quien le corresponde asumir los desperfectos en la vivienda en el caso de que se produzcan.