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Subalquilar habitaciones ha sido una práctica habitualmente ligada a los pisos de estudiantes. Sin embargo, en los últimos tiempos ha comenzado a darse esta situación por otros motivos, como la crisis económica o el aumento de los casos de divorcio.
El subalquiler de habitaciones se da cuando la persona que ha alquilado un piso realquila alguna o algunas de las habitaciones del inmueble a otras personas. Es una práctica muy utilizada por los inquilinos para sacarse un dinero extra al mes, pero siempre ronda una duda en la cabeza: ¿es una práctica legal?
¿Es legal el subalquiler de habitaciones de una vivienda alquilada?
Si eres inquilino, quizá te estés preguntando hasta qué punto es legal subalquilar habitaciones del piso en el que habitas. La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), en su articulo 8, es muy clara al respecto: subalquilar habitaciones es legal, siempre y cuando el propietario del inmueble lo apruebe. Si el arrendador da su visto bueno y así lo establece en el contrato, el inquilino puede subarrendar las habitaciones de las viviendas de forma legal.
Sin embargo, hay ciertos condicionantes. La renta que se abone al inquilino, ahora convertido en arrendador de las habitaciones, no debe superior a la renta que se paga por la vivienda. Es decir, si tú estás pagando 500 euros por el alquiler una vivienda, no puedes subalquilar dos habitaciones por 300 euros cada una, ya que se considerará ilegal y motivo suficiente para que el propietario de la vivienda pueda suspender el contrato de alquiler.
Además, para subalquilar habitaciones se debe firmar un contrato en el que tiene que aparecer a cuánto asciende la renta de las habitaciones, qué zona de la vivienda se cede y cuáles son las normas que van a regir en la vivienda.

¿Puede negarse al subalquiler el propietario?
Los propietarios de una vivienda que estén valorando el alquiler del inmueble conviene que se planteen una cuestión: ¿qué debo tener en cuenta antes de alquilar un piso? Esta reflexión hace que en el contrato de alquiler se establezcan clausulas como la que indica la posibilidad o no de subalquilar habitaciones por parte del inquilino.
Si el contrato de alquiler tiene una cláusula en la que se prohíbe expresamente el subalquiler, el inquilino no podrá realizarlo, ya que estaría incumpliendo lo recogido en el contrato y le daría al propietario el derecho a echarle de la vivienda.
Por otra parte, no vale con que el propietario dé su consentimiento verbalmente. La LAU establece claramente que “la vivienda arrendada solo se podrá subarrendar de forma parcial y previo consentimiento escrito del arrendador”.
¿Qué me interesa como inquilino?
Si se te pasa por la cabeza la posibilidad de subalquilar habitaciones lo primero que debes hacer es consultar el contrato que has firmado con el arrendador. Si el propietario no ha dado su consentimiento y subalquilas habitaciones sin comunicárselo, te arriesgas a que, si se entera, pueda interponer una demanda por incumplimiento de contrato y rescindirlo.
Por otro lado, tampoco debes olvidar que los ingresos que obtengas del subarrendamiento deben ser declarados como rendimientos del capital mobiliario. Por ello, si lo que buscas es compartir gastos, existe una manera mejor de compartir piso, y es incluir a las personas que van a ocupar las habitaciones de la vivienda en el contrato de alquiler. De esta manera, además, todos los convivientes tendrán los mismos derechos y obligaciones, y si dejan de pagar su parte de alquiler tú no tendrás que responder por ellos.
Lo mejor a la hora de evitar problemas es contar con un seguro que te ofrezca tranquilidad, cualquiera que sea tu situación. Si eres el arrendatario de la vivienda, puedes hacerte con un seguro para inquilinos, que además de ofrecerte seguridad incluye servicios como el asesoramiento jurídico telefónico sobre cualquier asunto derivado de tu condición de inquilino.
Por parte, si eres propietario y vas a alquilar tu inmueble, puedes contratar con un seguro de impago de alquiler, que te garantiza su cobro en caso de que el arrendatario deje de pagarte. Este seguro, además, te ayuda a encontrar al mejor inquilino, para que no tengas sorpresas desagradables.
Subalquilar habitaciones es una práctica cada vez más común, pero exige el conocimiento y el consentimiento por escrito del propietario del inmueble y ciertos condicionantes, como que la suma de los subalquileres de las habitaciones no sobrepase la renta general del inmueble.