Ahorrar en la farmacia, nuestros trucos de oro

El precio de los medicamentos de prescripción es igual en todas las boticas. En el resto de fármacos y en los productos de autocuidado se aplican descuentos, que se ven incrementados si la venta es por Internet.

Consejos para ahorrar en la farmacia

Ahorramos en la cesta de la compra y miramos hasta el último céntimo en qué gasolinera está más barato el combustible. Sin embargo, solemos olvidar esa sana costumbre de comparar precios cuando acudimos a la farmacia, quizá porque pensamos que el dinero que se dedica a cuidar la salud más que un gasto es una inversión. Efectivamente lo es, pero el cuidado de la salud puede estar igual de garantizado si tenemos en cuenta algunas reglas con las que se puede ahorrar mucho más dinero que al llenar el depósito del coche. 

La legislación establece que el precio de los medicamentos financiados por el Sistema Nacional de Salud debe ser el mismo en todas las farmacias. Si el principio activo tiene una presentación genérica, se dispensa esa versión, y si el consumidor opta por el fármaco de marca tiene que abonar la diferencia. No hay posibilidad de adquirir estos fármacos a un precio más barato, pero en el resto de productos sí pueden aplicarse descuentos. Como recuerda Ileana Izverniceanu, portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), “en los medicamentos publicitarios, aquellos que el consumidor puede comprar para su autocuidado sin necesidad de receta, la ley permite aplicar un descuento máximo del 10%”. En este grupo se incluyen los principios activos empleados para la prevención, alivio y tratamiento de síntomas leves como el dolor o la fiebre (paracetamol, aspirina, ibuprofeno de 400 mg). Las farmacias también pueden hacer el mismo descuento en los complejos vitamínicos y eso sí podemos notarlo en el bolsillo porque el precio de la mayoría de las presentaciones oscila entre los 20 y los 30 euros. 

En la farmacia no hay remedios para todo

cruz de farmacia

El farmacéutico es el agente de salud más accesible y puede asesorar a los pacientes, pero el diagnóstico es una facultad exclusiva del médico. Si una persona tiene, por ejemplo, un problema de alopecia, “el único profesional que puede valorarla, diagnosticarla y prescribir un tratamiento es el médico”, apunta Javier Pedraz, dermatólogo del Hospital Clínico San Carlos de Madrid. Acudir a consulta en vez de ir directamente a la farmacia a buscar algo que frene la caída puede suponer un importante ahorro porque evitará comprar remedios que en realidad no lo son. Pedraz recuerda que los dermatólogos no aconsejan champús anticaída “porque ninguno tiene ese efecto”. ¿Qué puede buscar, entonces, en la farmacia un paciente con alopecia? Los medicamentos que le haya prescrito el médico y que, según la evidencia científica, sí son útiles para frenarla. 

El mismo criterio puede aplicarse a otros problemas relacionados con la dermocosmética, como las manchas en la cara. Las cremas que se anuncian como quitamanchas no son eficaces y adquirirlas esperando que la piel recobre su apariencia normal es un gasto inútil. Para quitarlas, explica Javier Pedraz, “hay que recurrir al láser o hacer un peeling”.

Comprar marcas blancas en la Farmacia

Dentro de un mismo establecimiento una manera de economizar consiste en optar por las marcas blancas que han surgido en el ámbito de la parafarmacia. El 30% de lo que un consumidor medio gasta cuando acude a la botica corresponde a este grupo, que incluye, entre otros, productos de higiene personal y de alimentación, cosméticos o tratamientos contra los piojos. Si lo que buscamos es una crema de protección solar, podemos comprar una de marca blanca por unos diez euros, menos de la mitad de lo que cuesta una convencional. Ante la diferencia de precio es lógico que surja la duda: ¿son igual de fiables? Los estudios comparativos hechos por la OCU confirman que sí. “Ha habido análisis en los que un producto de marca blanca incluso resultaba ser el mejor”, apunta Ileana Izverniceanu.

Para el consumidor, el cara a cara con el farmacéutico proporciona la ventaja de tener a mano un profesional de la salud con el que asesorarse, lo que en ocasiones también puede suponer un ahorro. “Un porcentaje alto de personas vienen a la farmacia con la idea de comprar un producto y muchas veces salen con un consejo y sin producto”, explica Ana Molinero, vicepresidenta de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (Sefac).

Comprar productos farmacéuticos por internet

En los artículos de parafarmacia no se aplica la regulación de precios de los medicamentos, por lo que la diferencia entre el fijado en un establecimiento y en otro puede ser importante. La posibilidad de comprar por Internet ha incrementado esa disparidad de precios y ha beneficiado a los consumidores, como señala la portavoz de la OCU: “Hay páginas web que funcionan como agregadores de farmacias y permiten la compra a distancia en aquella en la que encontramos un mejor precio. Dedicándole un poco de tiempo es posible ahorrar bastante dinero”.

La compra por Internet, sin embargo, presenta otra cara menos amable. Algunas personas pueden tener la tentación de recurrir a esta vía para la compra a un precio más barato de medicamentos que necesitan prescripción médica. Es una práctica ilegal y está muy extendida, por ejemplo, en principios activos para tratar la disfunción eréctil. Estas personas lo hacen “sin darse cuenta del tremendo riesgo que ello supone”, advierte Ileana Izverniceanu, porque no tienen garantía alguna sobre el proceso seguido por esas pastillas. “En España es legal comprar medicamentos publicitarios por Internet de farmacias autorizadas, pero para obtener la autorización es necesario cumplir una serie de requisitos que aseguren que la compra es segura”, recuerda la portavoz de la OCU. Cualquier consumidor puede consultar el listado de establecimientos en los que se pueden comprar en la plataforma Distafarma del Ministerio de Sanidad.

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Un comentario en “Ahorrar en la farmacia, nuestros trucos de oro

  1. En estos momentos, no se puede adquirir en España una marca no financiada pagando SOLO la diferencia de precio que presenta con el genérico sino pagando su importe completo. Me parece necesario puntualizarlo para que no se den circunstancias violentas en el ejercicio habitual no deseadas

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