Día del ahorro: pequeños gestos del día a día para recortar gastos

Compartir coche, una suscripción a Netflix o a Spotify, aprovechar las ofertas y promociones, o hacer un uso racional de la energía son algunas de las decisiones que ayudan a recortar gastos.

Ahorrar a diario

La pandemia ha tenido (y tiene) múltiples consecuencias, inéditas para la economía y la sociedad. Una de ellas es el ahorro. El confinamiento nos ha forzado a guardar dinero como nunca. Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) recogen que la tasa de ahorro de los españoles se situó en el 22,5% de su renta disponible a junio, máximo histórico. A nivel europeo ha ocurrido lo mismo, y esta ratio ha tocado también récord al llegar al 24,6%.

“Los hogares y las empresas estaban más endeudadas en la crisis de 2008. Creo que se tiene la sensación de que ahora va a durar menos”, explica Javier Rivas, profesor de la EAE Business School.

El ahorro de estos meses ha sido forzado. Pero podemos sacar el aspecto positivo de la situación: haber conseguido guardar un dinero que puede resultar muy útil en un futuro.

¿Para qué ahorrar?

Contar con un remanente ayudará a sufragar imprevistos, a resolver situaciones difíciles –como quedarse en paro o tener una reducción de sueldo–, y a cumplir los objetivos como comprar una casa o un coche, realizar ese viaje que quizá este verano no pudimos hacer, o pagar un máster a los hijos.

El confinamiento ha disparado la tasa de ahorro de los españoles a máximo histórico

Casi un siglo de celebración

El 31 de octubre es el Día Mundial del Ahorro. Esta conmemoración, que tiene lugar desde 1924, nació del primer Congreso Internacional del Ahorro en Milán, (Italia) donde se reunieron delegados de diversos países para tratar temas relacionados con la organización y legislación de las cajas de ahorro. Las jornadas finalizaron el 31 de octubre y se dejó institucionalizada esta fecha como el Día Universal (después se cambió a mundial) del Ahorro.

El objetivo de esta conmemoración era inicialmente promocionar el ahorro con el objetivo de alcanzar un mejor nivel de vida en todos los colectivos. También se buscaba que las personas fueran al banco a depositar su dinero, ya que en aquella época era habitual tenerlo en casa; en muchos casos, bajo el colchón.

Actualmente, esta celebración tiene especial importancia en países emergentes, aún sin bancarizar.

Antiguamente se promocionaban libretas de ahorro infantil, se impartían conferencias y se realizaban diversas actividades de ocio sobre el tema del ahorro. En la actualidad, el sector financiero realiza diferentes actividades para seguir concienciando a la población de las ventajas que supone ahorrar, especialmente desde edades tempranas.

¿Cómo hacerlo?

El punto de partida requiere un chequeo de los ingresos y los gastos fijos que tenemos cada mes; de esta forma comprobaremos el dinero que estaría disponible para destinar al ahorro. La cantidad debe adecuarse a las finanzas personales de cada uno y a su estilo de vida.

El segundo paso sería convertir ese ahorro en un hábito.

A veces es más fácil de lo que pensamos, y los pequeños gestos del día a día se pueden convertir en grandes proyectos con el tiempo. Te sugerimos algunos que pueden ayudarte a incrementar tu cuenta:

  • Planifica tus compras cuando salgas, para evitar gastos excesivos.
  • Controla los pagos con la tarjeta y las compras por internet. Hay que tener especial cuidado con las tarjetas de crédito; normalmente llevan asociadas altas comisiones.
  • Busca ofertas y compara. Con el Covid se han ampliado las promociones en muchos negocios; aprovecha para hacerte con aquello que realmente necesitas.
  • Comparte coche y suscripciones de ocio como Netflix o Spotify.
  • Activa el Plan de ahorro Caser Cling_Cling, una hucha digital en la que acumulas dinero cada vez que haces una compra, pagas un recibo o participas en una acción solidaria
  • Reduce el gasto energético. Ahora que llega el frío y ponemos la calefacción es importante el uso que hagamos de ella. El Ministerio para la Transición Ecológica calcula que “ajustando adecuadamente la temperatura de cada estancia, es posible reducir la temperatura media de la vivienda aproximadamente en uno o dos grados sin pasar frío. Y cada grado menos de temperatura media de una vivienda supone reducir en torno al 10% el consumo de energía de la calefacción”.
  • Controla los nuevos gastos, como la adquisición de mascarillas o guantes. Han pasado a ser un coste fijo (no sabemos hasta cuándo) y hay que hacer un uso razonable en beneficio de nuestra salud y bolsillo.
  • Ahora muchas zonas o localidades pueden estar con restricciones a la movilidad, pero cuando vuelva la normalidad repasa aquellos pequeños desembolsos (tomar un café, salir a comer o cenar, pedir comida a domicilio…) para ajustarlos.
Controlar los gastos mensuales

El profesor Javier Rivas piensa que la mayor parte del ahorro que se produce se va a destinar al consumo. “Es importante para la economía, especialmente para sectores como el turismo”. Pero recomienda que se aproveche para, por ejemplo “reducir deuda si se tiene y se puede” o quizás “para abrir un negocio”.

Con el fin de conseguir ahorrar más, Rivas recomienda “recortar gastos superfluos, planificar el ocio, controlar la cesta de la compra –nos hemos vuelto un poco locos durante el confinamiento–, y mejorar los contratos de gas y luz, que no se hace porque da pereza y pueden suponer una rebaja importante en la factura”.

Una quinta parte del ahorro conseguido por los hogares con la crisis financiera de 2008 se destinó a productos de ahorro, como fondos y planes de pensiones, desvela el experto.

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