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Las prácticas de empresa proporcionan una toma de contacto con el mundo laboral, por lo que constituyen una excelente oportunidad para los jóvenes. El estatuto del becario tiene como objetivo regular esta formación práctica y hacer que las compañías respeten los derechos de las personas en formación.
Normativa actual sobre los becarios
La ley del becario actual se basa en el Real Decreto 592/2014, que regula las prácticas de los estudiantes universitarios. Una normativa que se ha demostrado insuficiente y que ha hecho necesaria una nueva ley de becarios que termine de definir los derechos de las personas que se encuentran en este periodo formativo y elimine las malas prácticas de las organizaciones en cuanto a su contratación.
El estatuto del becario se convierte así en algo necesario teniendo en cuenta que España es uno de los países que menor remuneración ofrece a los estudiantes en prácticas y donde menos contratos se hacen tras la finalización del periodo formativo en la compañía. Solo tres de cada diez becarios consiguen quedarse en la empresa con un contrato tras terminar sus prácticas, algo que intentará corregir la nueva ley de becarios.

¿Cuándo se implantará esta nueva normativa?
Las duras negociaciones entre el Ministerio de Trabajo, los sindicatos, la patronal y la universidad han dado como resultado un retraso en la aprobación del estatuto del becario. Se tenía previsto que la nueva normativa saliera antes de terminar la legislatura, si bien la falta de entendimiento entre los agentes participantes en las negociaciones hace que todavía esté el aire la fecha en la que será aprobada.
Nueva ley del becario: ¿qué cambios supone?
El estatuto del becario propone una serie de cambios orientados a proteger los derechos de las personas en prácticas y concederles unas condiciones de trabajo dignas. Entre otras funciones, intentará combatir la figura del falso becario y las irregularidades en la contratación de estudiantes.
La nueva ley del becario especifica los derechos de los trabajadores en formación, limita el número de horas de trabajo y les otorga el derecho a cobrar una prestación por desempleo. Además, la normativa busca restringir el número de becarios contratados por cada organización y limita el encadenamiento de periodos de prácticas.
Las prácticas extracurriculares dejarán de ser aplicables una vez haya transcurrido tres años desde que la norma entre en vigor. En el caso de que una titulación contemple prácticas curriculares, este periodo transitorio que se ofrece a las organizaciones para aplicar la normativa se reducirá a un año.
Nuevas obligaciones en las empresas con el estatuto del becario
El estatuto del becario establece una serie de obligaciones para las compañías interesadas en introducir en su organización a personas en formación. Así, las empresas estarán obligadas a ofrecer una remuneración por las prácticas, que tiene que cubrir los gastos que supongan la actividad para los becarios.
Las empresas tendrán la obligación de dar de alta en la Seguridad Social a sus trabajadores en prácticas. Además, se establecen límites en cuanto al número de horas de trabajo que tienen que hacer. Las compañías tienen que cuidar de la salud de sus becarios, que podrán ausentarse para ir al médico. En este sentido, las organizaciones pueden beneficiarse de los seguros para empresas, entre los que se encuentran los seguros de salud con los que las compañías cuidan a sus empleados.
La nueva ley del becario va a prohibir las horas extraordinarias para las personas que estén desarrollando las prácticas en la empresa. Además, se establece que no podrán realizarse en horario nocturno ni a turnos. Los estudiantes verán protegido su derecho a compatibilizar sus prácticas con los estudios en sus centros. Y en el caso de que se pongan enfermos o sufran un accidente podrán interrumpir de manera temporal su periodo formativo.
Por otra parte, las compañías estarán obligadas a ofrecer una adecuada tutorización al becario. De esta manera, cada tutor en la empresa podrá tener un máximo de cinco personas en formación simultáneamente. No habrá problema en que los estudiantes realicen formación no presencial, si la actividad profesional lo permite, pero el trabajo online no podrá superar la mitad de la duración de las prácticas.
En cuanto al número máximo de becarios por compañía, la ley del becario establece que no podrá superar el 20% de la plantilla total, aunque cualquier organización, independientemente del número de empleados, podrá tener simultáneamente dos becarios.
Como antiguo exbecario del CSIC hasta ahora no veo ninguna voluntad política de nadie para solucionar el grave problema porque no se nos reconoce las cotizaciones a la seguridad social por el tiempo trabajado gratis y así la investigación no avanzará hasta tanto no se solucione esta explotación descarada.