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Los usos y costumbres de los servicios fúnebres tradicionales, las despedidas, suman elementos nuevos, en un proceso muy lento que incorpora diferentes sentires. Para muchos, la manera de decir adiós a nuestros seres queridos implica ahora una celebración de lo vivido en una suerte de giro filosófico del sentido de la vida. Para otros, el marcharse implica un cambio de ciclo ecológico que quieren atravesar de manera no invasiva, procurando no dejar tras de sí ninguna huella ambiental, e incluso plantando un árbol al que los demás puedan acudir para honrar su memoria. También son cada vez más frecuentes las llamadas ‘ceremonias de vida’, en las que los familiares y amigos del fallecido se reúnen para recordarlo a través de la música y la comida. Una idea de muerte muy pagana que entronca con una concepción más dinámica y vitalista del siglo XXI.
Como señala José Luis Ramírez del Puerto, de seguros Caser, los cambios se producen fundamentalmente en nuestra cultura de la despedida. “La innovación es una característica con la que nos cuesta en general sentirnos identificados como sociedad”, asegura. Para este experto, en la evolución de las despedidas observamos estas realidades.
- La cremación está evolucionando rápidamente en los últimos años en España situándose de media en un 40%. En grandes ciudades como Barcelona ya representa el 54% de los servicios, alcanzando aproximadamente un incremento del 70% respecto a hace 10 años.
- La utilización de urnas biodegradables sigue también en aumento, así como la opción de inhumarlas en espacios naturales especialmente habilitados para ello dentro de los cementerios. “Y con la posibilidad de plantar un árbol como elemento de recuerdo de la persona fallecida”, puntualiza Ramírez del Puerto. La utilización de columbarios para urnas también se va incrementando en diferentes instalaciones, tanto en cementerios como en tanatorios.
- Las despedidas tienden a ser más personalizadas, con mayor participación de los familiares en las ceremonias: “Las laicas o civiles, que facilitan esta mayor personalización y participación, están incrementándose, pero a distinta velocidad en cada región de España, y en alguna gran ciudad llegan a representar hasta el 22% del total”.
- Las ceremonias acompañadas de música en directo, “muy habituales en los servicios fúnebres”.
- Las innovaciones más recientes ofrecen “a la familia la posibilidad de conservar el ADN del difunto y evitar que se pierda en el caso de la cremación”.
Pero las despedidas van más allá del mundo real y también alcanzan el virtual. En los tiempos de la digitalización, existen muchas manifestaciones de esta tendencia.
- Recuperación de la memoria o legado digital del difunto.
- Grabación y retransmisión en directo de las ceremonias a través de internet (en streaming).
- Utilización de pantallas en las salas de ceremonias y en las de velatorio para personalizarlas con imágenes que desee proyectar la familia.
- Posibilidad de crear joyas con las cenizas del difunto a través de tecnología de impresión 3D.

Seguros de decesos
Existen dos concepciones de pólizas de seguros de decesos del mercado
- Las pólizas que recogen descripciones de servicio fúnebre con todo el nivel de detalle.
- Las que recogen una descripción muy genérica y garantizan a los asegurados que recibirán el servicio que sea de uso y costumbre en el lugar que se produzca la inhumación o la incineración de nuestros asegurados fallecidos, como las de Caser. En este caso no hay que actualizar el uso y costumbre, “sino actualizar la valoración económica del servicio fúnebre (capital asegurado) que figura en la póliza”, cuenta Ramírez del Puerto.
Cambios lentos
Pero los cambios que se van introduciendo en la sociedad aparecen de forma muy lenta, señala este experto. Ramírez del Puerto también identifica algunos aspectos con los que nos familiarizaremos en el medio/largo plazo, que básicamente ponen de manifiesto que «nos encontramos en un sector que se transforma más de lo que parece, y que en definitiva está obligado también a adaptarse a la evolución de la propia sociedad» y en estos momentos a las medidas para prevenir el contagio de la Covid.
Ramírez del Puerto se atreve a desvelar nuevos servicios y modalidades, sin entrar en el terreno de la ciencia-ficción, que con el tiempo serán habituales.
- En las grandes ciudades, cada vez será más frecuente ver en los tanatorios espacios dedicados a mascotas y niños. “Es un problema para mucha gente, a la hora de ir a velar a un ser querido, el hecho de tener mascotas o niños pequeños, y no poder contar con quién dejarlos”, explica. “Llegará una iniciativa de esa naturaleza, aún hoy impactante. Porque es sin duda un servicio que debería ser bien valorado”.
- Las pompas fúnebres tenderán a ser más tangibles. Cuando despedimos a un ser querido nos queda un enorme vacío. Los cementerios, las tumbas, son la vía de escape para que las familias puedan sentir aún la presencia de un ser querido. “Pero cada vez tenemos más incineraciones, y esa forma de despedir a nuestros seres queridos, quizá nos puede restar la posibilidad de posteriormente sentir cercana su presencia”, explica el experto. “Obviamente, los columbarios [cementerios de urnas con cenizas] son ya una realidad, pero estoy convencido que se extenderán las iniciativas para construir con las cenizas elementos de recuerdo más sencillos y económicos que la del diamante, que ya se ofrece en muchos lugares”. Ese recuerdo más sencillo y de menor coste (por ejemplo, pequeñas figuras de cerámica, pulseras…) se extenderá con las propias prestaciones de las pólizas de los seguros de decesos familiares, asegura este experto.