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Dentro de los trastornos del sueño encontramos tipos muy variados, pero todos ellos tienen en común que sus síntomas afectan a nuestro día a día. El ritmo de vida que llevamos, los problemas que arrastramos o diferentes patologías de base pueden dar lugar a trastornos de sueño que, si se producen habitualmente, requieren la consulta con un médico especialista.
¿Qué son los trastornos del sueño?
Si te preguntas qué es el trastorno del sueño es porque, probablemente, tu rutina del sueño ya se está viendo alterada. El trastorno del sueño en adultos es una patología que habitualmente no es grave, pero tiene molestas consecuencias para el individuo que lo padece. Su origen es muy variado. A veces aparecen como consecuencia de alguna enfermedad y otras veces su aparición nos provoca determinadas dolencias.
Dentro de los trastornos del sueño, los tipos que padezcamos marcarán la sintomatología a experimentar. Podemos tener sueño durante el día, sentirnos agotados o presentar un bajo rendimiento. En general, estos trastornos dificultan que podamos cumplir con nuestras obligaciones laborales, personales o sociales.

¿Cubre el seguro el tratamiento de los trastornos del sueño?
En los trastornos del sueño, los tipos son de lo más variado, pero para poder establecer un completo diagnóstico y un tratamiento adecuado es necesario acudir a médicos especializados.
Los doctores que pueden tratar a un paciente con trastorno del sueño suelen estar englobados en la especialidad de neurología, en la Unidad del Sueño. La ventaja de contar con un seguro de salud es que se puede pedir cita directamente con un especialista, que será el encargado de establecer las pruebas pertinentes con el fin de conocer la estructura del sueño del paciente, catalogar qué trastornos del sueño padece dentro de los tipos existentes, y poner el tratamiento más adecuado.
Síntomas de los trastornos del sueño en adultos
Estos son los síntomas del trastorno del sueño más comunes:
- Imposibilidad o dificultad para coger el sueño.
- Despertares nocturnos
- Agotamiento físico.
- Despertar antes de la hora prevista.
- Bajo rendimiento.
- Sueño a lo largo del día.
- Agotamiento físico.
- Dificultad para cumplir con las obligaciones diarias.
Causas comunes de los trastornos del sueño
En el trastorno del sueño, las causas pueden ser de lo más variadas, ya que existen más de un centenar de tipos y no todos se producen por un mismo motivo. En ocasiones se presentan como consecuencia de que la persona cuenta con diferentes patologías previas.
Las enfermedades psiquiátricas, por ejemplo, producen insomnio, mientras que la ansiedad o depresión grave puede estar asociadas a la apnea del sueño. Por su parte, la obesidad suele producir ronquidos, y en el caso de la narcolepsia, la causa puede ser una hipersomnia crónica en edad temprana.
Una anemia ferropénica, el Parkinson o la insuficiencia renal crónica, así como la diabetes mellitus, pueden provocar el síndrome de piernas inquietas, que afecta a nuestro descanso. Y las personas que toman antidepresivos, sedantes neurolépticos o antihistamínicos pueden ver aumentados los trastornos del sueño.
Tipos de trastornos del sueño más frecuentes
Dentro de los trastornos del sueño, hay tipos diferentes:
- Sonambulismo: caminar de manera semiinconsciente.
- Insomnio: dificultad para conciliar el sueño o volver a dormir tras despertares nocturnos.
- Hipersomnia: tendencia al sueño en situaciones anormales.
- Terrores nocturnos: episodios de terror con un gran estado de agitación.
- Apneas del sueño y ronquidos: se deben a obstrucciones de la faringe.
- Narcolepsia: ataques repentinos de sueño y somnolencia extrema durante el día.
- Síndrome de piernas inquietas: sensación que obliga a la movilización de las piernas, especialmente cuando el paciente está en la cama.
Trastornos del sueño: tratamientos
En el trastorno del sueño, si el tratamiento es prescrito por un equipo multidisciplinar de especialistas, como neurólogos, otorrinolaringólogos, psiquiatras, endocrinos y neumólogos, existe un alto porcentaje de curación. En ocasiones, estos especialistas se agrupan en la Unidad de Sueño, cada vez más común en clínicas y hospitales.
Es probable que una de las primeras pruebas que tenga que asumir el paciente sea un estudio polisomnográfico, también conocido como prueba del sueño. Este estudio registrar variables fisiológicas del paciente durante la noche, como su flujo nasal, la frecuencia cardiaca, el electroencefalograma o la saturación de oxígeno, entre otros parámetros.