Telemedicina: así será el futuro de la salud

La covid-19 ha acelerado muchos procesos. Algunas facetas de la atención sanitaria han aprovechado la inercia de la digitalización, que había avanzado a zancadas antes de esta crisis. La Telemedicina se ha consolidado como solución a muchas esperas, con eficiencia y rapidez.

Cómo será la medicina en el futuro

Juegan un papel fundamental los dispositivos electrónicos: un smartphone o una tableta son herramientas tan básicas en nuestro bolsillo, como determinantes para el desarrollo de la Telemedicina. Un concepto que la Organización Mundial de la Salud (OMS) define como la prestación de servicios de salud (en los que la distancia es un factor determinante) por parte de profesionales sanitarios a través de la utilización de tecnologías de la información y la comunicación (TICs) “para el intercambio de información válida para el diagnóstico, el tratamiento, la prevención de enfermedades, la investigación y la evaluación y para la formación continuada de profesionales sanitarios, todo ello con el objetivo final de mejorar la salud de la población y de las comunidades”.

Según una reciente encuesta realizada por Top Doctors, el 46% de los pacientes muestran una especial confianza en la cita online, y la tranquilidad que proporciona disponer del historial clínico online y de comunicarse con los especialistas por videoconferencia son otros de los aspectos más valorados.

Futuro, telemedicina

Un centro médico virtual

La opinión actual de Carlos Blanco dista mucho de la que tenía sobre la telemedicina y la digitalización de la salud, hace aproximadamente un año y medio, cuando su jefe le llamó para liderar un proyecto que la hiciera posible para los asegurados de la compañía: el Centro Médico Caser. “Teníamos ciertos recelos”, reconoce. “Pero con el tiempo será todavía más importante, tanto por el modelo de actividad como por la accesibilidad”.

La compañía ha conseguido diferenciarse con el desarrollo de una plataforma donde se realizan consultas médicas telefónicas y videollamadas, contando con 15 especialidades médicas y con más de 30 agendas de profesionales repartidas por todo el país. El acceso es muy sencillo y funciona con cita previa que el paciente gestiona desde la web o desde la  App Caser Salud que se descarga en su Smartphone. El médico, desde cualquier localización, se pone en contacto con él mediante una telellamada o videollamada a la hora convenida.

Este sistema además de dar acceso a la consulta médica, permite compartir informes médicos, documentos e imágenes o recibir prescripciones de pruebas médicas y fármacos.

“Este sistema es lo que yo entiendo como un valor añadido porque va más allá de la teleconsulta y de las plataformas tecnológicas que simplemente ponían en contacto a un médico con un paciente. En este centro médico virtual los médicos están totalmente conectados y los pacientes también: nosotros disponemos del su historial clínico, tenemos acceso a todos los informes o recetas y ellos pueden dejar radiografías o fotografías para que los profesionales los vean y los incorporen a ese historial para mantenerlo actualizado. Todo ello garantizando la confidencialidad y el tratamiento de la información de salud del paciente”, detalla el director médico. Logrando así una atención médica personalizada y completa sin que el paciente tenga que desplazarse, lo que optimiza el servicio médico para ambas partes.

¿Cómo lo perciben los médicos?

A pesar del recelo que durante años ha despertado en el sector la tendencia de muchos pacientes a acudir al doctor Google –con los consiguientes bulos–, en los últimos años los profesionales valoran el tiempo y la inmediatez que proporciona internet. Así, los médicos consultados por Top Doctors valoraron la facilidad de acceder a pacientes de otras localidades o países, la reducción de visitas innecesarias (y muchas veces, tediosas), la mejora de la eficiencia en consulta y ganar la fidelidad del paciente. Según el 58% de los médicos consultados, el paciente está mejor informado sobre su estado de salud y su historial gracias a la telemedicina.

Hay dos facetas en las que pacientes y profesionales coinciden: más del 60% de ambos colectivos consideraron “menos empática” la relación a través de la telemedicina, y más de la mitad de los pacientes y el 42% de los profesionales admiten la dificultad que representa para los mayores el acceso a las nuevas tecnologías.

No obstante, la situación actual nos ha demostrado la facilidad para vencer las barreras tecnológicas y lograr la adaptación de todos a la nueva era digital.

Salvar distancias, en todos los sentidos

El proceso de la digitalización de la salud será especialmente importante en aquellas regiones consideradas inaccesibles o con difícil acceso a la asistencia sanitaria. Allí, además de permitir actuar con mayor agilidad y aumentar los servicios, en muchos casos limitados, se favorecería una descongestión en situaciones como la del coronavirus. “Una de las cosas que nos va a demostrar la crisis de la covid-19 es que tenemos que potenciar la telemedicina, dinamizarla y hacerla llegar hasta donde la ética de la práctica médica permita”, comenta Carlos Blanco, director médico de Caser.

Es cierto que en el ámbito de la salud ya estaba extendido el uso de las denominadas plataformas de teleconsulta, pero la telemedicina va mucho más allá de eso: desde ofrecer una consulta de traumatología en línea con las mismas garantías que la presencial hasta, en muchos casos, monitorizar pacientes como si estuvieran en la habitación de un hospital manteniendo un control exhaustivo de sus constantes mediante wearables. 

La tecnología ha permitido incluso realizar intervenciones quirúrgicas con teleasistencia gracias a la tecnología móvil 5G. En febrero de 2019, durante la celebración del Mobile World Congress, el doctor Antonio de Lacy, jefe del Servicio de Cirugía Gastrointestinal del Hospital Clínic de Barcelona, asistió en remoto a un grupo de anestesistas y cirujanos durante una sigmoidectomía, una extirpación de parte del intestino donde se alojaba un pequeño tumor. El cirujano se encontraba en la sede del congreso en la Fira (L’Hospitalet de Llobregat) ante los asistentes allí congregados. La hoja de ruta de la tecnología en el ámbito sanitario permite avistar que la teleasistencia sea capaz de ejecutar esa cirugía a distancia a través de un brazo robótico.

La importancia de establecer límites

Telemedicina sí, pero con límites. Y conscientes sus beneficiarios (a ambos lados de la línea) de que, en muchos casos, no puede sustituir a las prácticas convencionales. Esas premisas definen el esquema bajo el que se rige el centro médico virtual de Caser. “La potencia tecnológica permite casi todo, pero la telemedicina tiene sus límites. Desde el punto de vista ético de la práctica médica, es obvio que no se pueden hacer determinados diagnósticos o proponer tratamientos sin haber visto presencialmente alguna vez al paciente”, explica el director médico de Caser. Es a partir de los límites que marcan la lógica y la ética profesional donde la telemedicina ha de ser práctica y efectiva. “Se puede realizar el seguimiento del paciente crónico, consultar y revisar la medicación o supervisar la coordinación asistencial”, ahonda Carlos Blanco.

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