Preparar la Ruta 66, la madre de todas las excursiones moteras

En el mundo hay rutas tan míticas como el Paso Stelvio en Italia, la Transfagarasan en Rumanía o la Ruta 40 en Argentina. Pero, entre todas ellas, hay una que destaca sobre al resto: la Ruta 66, también conocida como The Mother Road (“La ruta madre”, más o menos, en castellano). Descubre qué se necesita para hacer el garbeo más deseado.

consejos para hacer la ruta 66 en moto

La novela culmen de la Generación beat, On The Road, de Jack Keourac (1922-1969), ha contribuido enormemente a mitificar la Ruta 66, pero también Las uvas de la iradel Premio Nobel de Literatura John Steinbeck (1902-1968) o películas como Easy Riderque, aunque se desarrollase entre Los Ángeles y Nueva Orleans, capta la esencia de la Ruta 66 para el imaginario colectivo. Grandes ciudades, pueblos fantasma, naturaleza extrema, soledad, compañerismo, viaje iniciático, regreso a lo auténtico… Hay multitud de formas de hacer la ruta e infinitas experiencias para quien la completa. Cada uno tendrá la suya y, cada kilómetro, cambia la percepción. Por eso, la Ruta 66 es la Carretera Madre, Ia Calle Principal de América y una aventura que todo motero tiene que llegar a vivir.

Durante décadas, la Ruta 66 fue la conexión más corta entre el medio oeste y El Dorado, la tierra llena de oportunidades: California, adonde muchos estadounidenses en paro emigraban en busca de nuevas oportunidades. El auténtico sueño americano.

Tramos ‘guadiana’

Aunque su señalización data de 1927, realmente sus 3.939 km no se encontraron totalmente pavimentados hasta 1938. Tras su descatalogación en 1985, hoy algunos de sus tramos no se encuentran operativos, engullidos por las más rápidas y también mucho más impersonales autopistas interestatales –sí, las “Interestates”–, pero desde finales de los 80 y principios de los 90 se han empezado a recuperar tramos olvidados. Algunos estados se afanan en marcarlos como Historic Route 66 pero otros lospasan completamente por alto. Por ello, seguir la ruta, en algunos puntos, no resulta nada fácil.

Buenas pistas

Pero no hay que alarmarse, pues perderse por la América más profunda también forma parte del encanto de esta gran aventura. No obstante, para los que quieran llevarlo todo atado, los detallados mapas de Here It Is! Route 66, de Jim Ross y Jerry McClanahan –en inglés, pero que se interpretan muy fácilmente gracias a sus detalladas infografías–, representan todo un seguro para coger siempre la dirección correcta. También la EZ66 Guide puede resultar de gran ayuda, incluso en su versión de restaurantes y alojamientos, en la que podemos encontrar los locales más representativos a lo largo del trayecto. Aplicaciones como App Route 66 o Route 66 Travel también pueden ser de gran utilidad.

Una tarjeta prepago de Vodafone para nuestro dispositivo móvil, que facilita roaming gratuito en Estados Unidos, es una excelente opción para ahorrar dinero si no somos clientes de la compañía.

“La 66, ese largo sendero de asfalto que atraviesa el país, ondulando suavemente sobre el mapa, de Mississippi a Bakersfield, por las tierras rojas y las tierras grises, serpenteando montaña arriba hasta cruzar las cumbres, siguiendo luego por el deslumbrante y terrible desierto hasta atravesarlo, alcanzar la nueva cordillera y llegar a los ricos valles de California… De pronto un paso y al pie un hermoso valle, huertas, viñedos y casitas, y, a lo lejos, una ciudad, y ¡Oh, dios mío! ¡Hemos llegado!”.

Las uvas de la ira, John Steinbeck

¿Cómo organizo la ruta?

El trayecto es bidireccional. Se puede empezar tanto desde la ciudad de Chicago como desde la playa de Santa Mónica, en Los Ángeles, donde está clavado el letrero de principio/fin de la ruta. Originariamente terminaba, o empezaba, en la intersección entre Olympic Boulevard y Lincoln Boulevard, aproximadamente una milla antes de llegar a contemplar el océano Pacífico. No obstante, si nos remitimos a la historia, la épica y, sobre todo, el enfoque de la mayoría de guías, lo mejor es empezar desde la Chicago. Hasta ella podemos llegar en vuelo directo desde Madrid, para coger de regreso otro vuelo directo de vuelta desde Los Ángeles.

En moto de alquiler

En la ciudad del lago Michigan podemos alquilar una moto para todo el viaje. La oferta es amplia. Y, sin duda, la opción más atrayente es decantarse por una Harley Davidson. Aquí se nos irá una gran parte del presupuesto, pues en Estados Unidos, por norma general, cuesta más alquilar una moto que un coche. A ello hay que sumar el alto coste que tiene dejar el vehículo en un sitio distinto al que se recogió, y que muchas agencias facturan en función de la distancia recorrida. Por ello, una Sportster 1.200, con dos cascos, seguro a todo riesgo y asistencia 24 horas se ofrece para dos semanas con kilometraje ilimitado desde unos 1.300 euros, mientras que una Electra Glide puede superar fácilmente los 2.000 euros.

Dormir y comer

El precio del alojamiento y la comida en Estados Unidos, salvo que se vaya a sitios lujosos o próximos a centros turísticos de masas, suele ser económico. Eso sí, no debemos olvidarnos antes de partir de suscribir un buen seguro de viaje con cobertura médica, pues cualquier pequeña incidencia puede tener un coste de varios miles de euros. Los únicos permisos que necesitamos son el pasaporte electrónico, con al menos seis meses de vigencia; la autorización ESTA cumplimentada y aprobada antes del inicio del viaje y el carné de conducir español e Internacional. Normalmente con el español suele ser suficiente.

¿Cuántos días necesito para hacer la ruta?

mapa ruta 66 en moto

Esta es la pregunta del millón. La que se plantea todo viajero desde que comienza a pensar en esta aventura y, probablemente, la que tenga más difícil respuesta. Para ello hay que preguntarse qué ritmo se pretende llevar. Pero no sobre el asfalto, sino sobre la infinidad de destinos y reclamos turísticos que jalonan la ruta y, sobre todo, los que no pillan precisamente de paso, pero que estando tan cerca, no querremos perder la oportunidad de ver. La magnífica ciudad de Chicago, imprescindible para los amantes de la arquitectura; el Gran Cañón del Colorado, para los devotos de la naturaleza y la fotografía; Las Vegas, que aúna desenfrenada diversión y una oferta cultural sin parangón o la prácticamente inabarcable Los Ángeles, entre otras muchas opciones. Al final, no quedará más remedio que seleccionar y, sobre todo, centrarse en la aventura, pero sin obsesionarse con seguir la ruta al dedillo. Eso sí, siempre huyendo de las autopistas. Así, solo para la ruta, si queremos ver gran parte de lo que ésta ofrece a su paso, 14 días serán un buen propósito de partida. Habrá que sumar alguno más siempre que queramos cambiar de aires para ver algunos de los grandes puntos turísticos de Norteamérica.

¿Cuál es la mejor época?

Quizá sean los meses de mayo y junio. Por el contrario, en julio, agosto y septiembre es cuando vamos a encontrar mayor actividad y afluencia de grupos de motos – y los sempiternos Mustang descapotables–. Pero sin tener, en ningún momento, sensación de masificación. Además, en los tres meses de verano nos garantizamos encontrar la mayoría de los establecimientos abiertos. Algo que no sucede en invierno, cuando la sensación de soledad es mucho más presente, además de la posibilidad de encontrar nieve o hielo en algunos puntos de la carretera.

Lo indispensable en las alforjas

Para una ruta tan larga en moto, hay que ser muy meticulosos al seleccionar el equipaje. Unas buenas alforjas pueden servirnos incluso para el trayecto en avión, pero siempre economizando la cantidad de equipaje. En cualquier población encontraremos lavanderías fáciles de usar, rápidas y económicas, en las que coincidiremos con gente de todo tipo en la que poder seguir hablando de “la ruta”.

inicio de la ruta 66 en moto

El mejor inicio de la Ruta 66

Muy próximo a la señal que da el pistoletazo de salida a la Ruta 66 en Chicago se sitúa la cafetería Lou Mitchell’s. Un lugar completamente familiar, con algunos recuerdos de la ruta que nos permiten iniciar el recorrido de la mejor manera posible: es considerada la primera parada de la ruta, incluso antes de empezarla. Los agujeros de los donuts recién hechos que reparten incluso antes de sentarte, sus tortitas rellenas de frutas y sus huevos revueltos, son, sin duda, la mejor manera de empezar el viaje cargados de energía.

8 estados y 3.939 km

La Ruta 66 discurre a través de 8 estados: Illinois, Misouri, Kansas, Oklahoma, Texas, Nuevo México, Arizona y California. La cantidad de reclamos es infinita, desde el Gigante Gemini al célebre Bagdad Café. Entre medias quedan el Chain of Rock Bridge, la ballena de Catoosa, el Cadillac Ranch o los numerosos museos, diners y gasolineras de época que atestiguan la otrora grandeza de esta ruta. Uno de los tramos más cuidados y de mayor interés es el que discurre entre Flagstaff y Oatman (Arizona), también el más popular gracias a su cercanía a Las Vegas y al Gran Cañón del Colorado.

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