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“La creatividad es contagiosa. Pásala”, decía el científico Albert Einstein. Los gurús del liderazgo llevan tiempo intentando aplicar esta máxima a los equipos con los que trabajan para hacer crecer así sus resultados. Los departamentos de Recursos Humanos de las grandes y medianas empresas saben de la necesidad de impulsar los valores creativos de sus trabajadores. Es más: ya desarrollan herramientas para detectar estas virtudes, mejorar el ambiente laboral y, por consiguiente, las tablas económicas. Stephen R. Covey, el gran maestro del coaching internacional, ya lo decía en su libro El liderazgo centrado en principios: “Los líderes deben detectar, desarrollar, usar y reconocer el talento; en caso contrario, la gente se irá, física o mentalmente, para encontrar en algún sitio su satisfacción y la sensación de que se les valora”.
Para evitar estampidas de grandes profesionales poco motivados, muchas empresas están incorporando procesos como el “intraemprendimiento”. Se trata de un modelo para fomentar la creatividad y la innovación con personas y equipos de la compañía a las que se forma y se entrena para que sean creativas. “Son profesionales que conocen muy bien su negocio y se les ayuda a que encuentren nuevas soluciones a sus problemas del día a día, o bien que miren más allá e imaginen el futuro de la empresa, nuevas oportunidades que ayuden a crecer y expandir el negocio”, cuenta Mariló Martínez, Directora de Talento y Cultura de la consultora de Innovación Barrabés.biz. “Los resultados son absolutamente sorprendentes, aportando soluciones de todo tipo, desde la mejora de la eficiencia con pequeños cambios que nunca antes se habían planteado, hasta la generación de nuevas vías de negocio y generación de valor”.
El papel del ambiente
Además de las dinámicas internas para fomentar la creatividad, el entorno es fundamental para acrecentar esto. De hecho, en EE UU el 31% de los empleados sale regularmente de sus oficinas para buscar más tranquilidad, concentración y una atmósfera más creativa e inspiradora, según la multinacional de diseño de espacios de trabajo Steelcase. “Si hay algo que nos distingue, nos conecta y nos otorga nuestra singularidad, es la capacidad de crear, de tener iniciativa, de aprender y de plantear nuevas preguntas y soluciones a estas preguntas”, añade Mariló Martínez. “Si en las empresas somos capaces de generar entornos en los que los empleados puedan ponerlas en práctica, de forma compatible con los objetivos y estrategia de cada compañía, estaremos creando entornos de alta motivación y alto rendimiento”, concluye.

Cómo ser un buen jefe
Solo el 15% de los trabajadores se siente comprometido con su trabajo, según una macroencuesta de Gallup en el mundo. Un mal dato si se tiene en cuenta que el mayor patrimonio que puede tener cualquier empresa es su mano de obra. Motivarla para sacar partido al máximo de su esfuerzo es un gran reto. “Un buen jefe que sepa trabajar con creatividad será capaz de retar a cada uno de sus colaboradores con situaciones que generen mayor compromiso y motivación. Será capaz de crear las condiciones y el entorno para que todos los que quieran puedan desarrollar su creatividad”, apunta la experta de Barrabés.biz.
Pero no todo el mundo puede llegar a ser un buen líder. De hecho, el 27,2% de los españoles sufre estrés asociado a la relación con sus superiores, según Cinfasalud. Para Carlos Gómez, Partner y Chief Marketing Officer de The Valley, un ecosistema digital que une la escuela de negocios, el headhunter y el coworking, un buen líder debe tener “empatía, creatividad, pensamiento crítico, capacidad de resolución de problemas y gestión de equipos, sin importar su área de trabajo o sector”.
Además, en pleno siglo XXI, y en un contexto en el que la digitalización está ya casi asentada en las empresas, sobre todo, con la situación actual, “los líderes deben resaltar por las aptitudes que les diferencian de las máquinas y que les permiten gestionar y motivar a sus equipos y trabajar de la forma más eficiente posible”.
La diferencia es crear
La creatividad es la base de la diferenciación, pues las mejores ideas suelen ser las más originales e innovadoras. Y esto se relaciona directamente con la digitalización. “La sinergia entre creatividad e innovación es el cóctel perfecto para realmente romper el molde y salir de la zona de confort en la que pueda estar apalancada cualquier empresa o persona. Así, motivar a los empleados mediante estrategias, técnicas y herramientas innovadoras y creativas que les impulsen a pensar outside the box puede ser un gran valor añadido”, incide Carlos Gómez. Ya lo decía el dramaturgo irlandés George Bernad Shaw: “La imaginación es el principio de la creación. Imaginas lo que deseas, persigues lo que imaginas y finalmente, creas lo que persigues”.