Índice
El teléfono inteligente es el gran compañero de la modernidad. Un poderoso ordenador que llevamos a todas partes y que, además, también sirve para llamar. Según un reciente estudio de Deloitte, el mercado de los smartphones es imparable en España, con una tasa de penetración del 92% de cuota de mercado, por encima de la media europea. No podemos vivir sin teléfono. Ahora bien, ¿para qué queremos a nuestro compañero digital? ¿qué uso le vamos a dar? ¿cuál nos compramos?
¿Apple o Google?
Las dos grandes tecnológicas se han repartido la tarta de los sistemas operativos desde que Steve Jobs decidió terminar con los ‘teléfonos de plástico’ y darle al mundo el iPhone. El razonamiento de partida es sencillo: Android, de Google, se caracteriza por ser un sistema abierto y configurable, mientras que el iOS, de Apple, destaca por ser más hermético pero a prueba de bombas. Los usuarios de la marca de la manzana tenderán a preferir iOS para no salir del mismo ecosistema y viceversa. Ante todo, tranquilidad: casi todas las apps importantes están en las dos plataformas. La guerra de los sistemas operativos parece gozar de una plácida convivencia, a pesar de los sustos con Huawei, que parece que han acabado en agua de borrajas. No era para tanto.
¿Dónde vives?
En un contexto de redes cambiantes, con algunas operadoras expandiendo redes de datos de nueva generación, la localización de nuestro hogar se antoja importante. El smartphone vive de los datos como una planta del sol y debemos tener en cuenta su tecnología interna para aprovechar al máximo todos sus servicios. Por ejemplo, si vivimos en alguna de las zonas con cobertura de 5G y queremos un uso intensivo de los datos móviles, convendría barajar los nuevos modelos dotados de tal tecnología, si nuestro operador lo permite.
¿Puertas o ventanas?
La tendencia en los smartphones ha sido la de aumentar progresivamente el tamaño de las pantallas hasta llegar a los phablets de 6,5 pulgadas, como el iPhone XS Max o el manejable Galaxy S9, con 5,7 pulgadas. Las ventajas de una pantalla grande saltan a la vista: son una gozada para visualizar contenidos multimedia, permiten alojar unas baterías de gran capacidad con holgada autonomía y funcionan bien como lectores de libros electrónicos o para videojuegos. Ahora bien, muchos de ellos son engorrosos de llevar, a duras penas caben en un bolsillo y resultan complicados de manejar en la mano. Por ello, muchos fabricantes han empezado a acotar su catálogo ofreciendo modelos manejables por debajo de las cinco pulgadas, como el Sony Xperia XZ2 Compact, el iPhone 8 de 4,7 pulgadas o el Google Pixel 2, con 5 pulgadas.

La belleza
El diseño y la apariencia externa constituyen un factor decisivo para muchos. El uso de materiales de alta calidad como el vidrio templado o el aluminio, así como una ergonomía lograda y una disponibilidad de accesorios y fundas pueden ser determinantes. Aquí, el iPhone de Apple se lleva la palma, con toda una industria paralela dedicada a honrar su belleza y su conectividad.
¿Qué pantalla queremos?
En cuanto a las pantallas, hay dos tecnologías predominantes, a saber:
- LCD (siglas de Liquid Crystal Display). Destacan por su precio asequible y son tristemente famosas por consumir rápidamente la batería.
- AMOLED. Cristal líquido por diodos que producen luz, lo que consigue una mayor luminosidad y una gama cromática mejor lograda con menor consumo de sus píxeles. Ello se traduce en una mayor autonomía de la batería.
Deportivos y utilitarios
Según el tipo de procesador y la capacidad de memoria RAM, mejor y más rápido irá nuestro teléfono. Para un presupuesto moderado, los chips Snapdragon 660 o Kirin 710 se antojan un buen estándar de calidad (a partir del chip A9, en el caso de Apple), mientras que la RAM podría establecerse en torno a 2 GB de RAM para poder manejarse sin problemas a través de apps y los entornos multimedia actuales y futuros.
Sonría, por favor
El teléfono móvil se ha convertido en la cámara digital de la modernidad y el padre de la mayoría de instantáneas que crecen en los servidores de Instagram. Por ello, la cámara no es baladí a la hora de elegir un nuevo dispositivo. Las cámaras dobles, que distingan entre modo paisaje y modo retrato se posicionan como un estándar a seguir, mientras que las cámaras triples y cuádruples parecen la opción ideal para quienes buscan sacarle un gran partido a su smartphone como cámara de fotos y vídeo. También es importante la cámara delantera y su modo selfie, donde podemos encontrarnos opciones como con los flashes LED para retratos mejorados. En cuanto a resolución, unos 10 megapíxeles parecería una frontera razonable para cualquier móvil solvente que se precie.
Autonomía
Nuestro compañero de fatigas multimedia debe recargarse, y en cuanto a la duración de las baterías hay una escala variable. Por supuesto, la duración de aquellas vendrá determinada en gran medida por el tamaño de la pantalla, pero no debemos perder de vista detalles como el amperaje, estableciendo una frontera deseable en los 4.000 mAh. Entre otras opciones disponibles están los modos de carga rápido que ofrecen algunos fabricantes como Huawei.
Capacidad
El smartphone es un cajón desastre de nuestras vidas multimedia en el que almacenamos emails, notas, libros electrónicos, fotografías, videos, películas, música… Es interesante contar con una buena capacidad de almacenamiento en su memoria interna. Lo aconsejable serían unos 128 Gigas para despreocuparse del Diógenes multimedia de estos tiempos. También son interesantes los puertos de expansión, ya que muchos modelos permiten la posibilidad de usar tarjetas de memoria microSD que transformen radicalmente su capacidad a un precio contenido.
Funciones especiales
Cada vez más smartphones vienen equipados con tecnologías que los hacen resistentes al agua y podemos llevarlos con nosotros en verano a la piscina o dejarlos en la encimera de la cocina sin temer por su integridad. Otros destacan por funciones extra que velan por la seguridad de los datos, como los sensores biométricos de huella dactilar. Para algunos, estas funciones pueden ser determinantes a la hora de elegir un nuevo terminal.