Desde su invención, la moto es un vehículo capaz de transportar a una o dos personas. Al margen de si su homologación permite más de un pasajero, unas son más adecuadas que otras. Sobre todo, cuando no se trata únicamente de ir del punto A al punto B en compañía, sino de hacerlo con un cierto nivel de confort.
La opción más asequible, en este sentido, es la del escúter de hasta 125cc, que no necesita carné de moto: basta el B, con un mínimo de tres años de antigüedad. Son motos versátiles con las que es posible también afrontar algún viaje por carretera, pero dado que se trata de un vehículo diseñado para la ciudad, sus carencias generales en cuanto a potencia, velocidad punta y capacidad de carga, entre otros aspectos, se harán evidentes conforme pasen los kilómetros.
Las motos mejor adaptadas para viajar en pareja son las touring o de turismo, creadas de abajo arriba para cubrir largas distancias
Sidecar: una, dos… ¿y hasta cuatro personas?

Sí, es posible ir tres y hasta cuatro en una moto. Obviamente, echando mano de un sidecar de hasta dos plazas. Al margen de su capacidad de carga, se trata de un elemento que añade estabilidad al conjunto. “El problema es que en España ‘no se puede’ poner sidecar a una moto”, puntualiza el secretario del Club de Motos Antiguas de Granada, Enrique Svenson. Las marcas dejaron de ofrecer esta posibilidad hace décadas, ante la falta de demanda. Si la ficha técnica del vehículo no la contempla, “empiezan los problemas”, advierte: son los relacionados con la homologación, que puede ser muy costosa.
Algo parecido sucederá si queremos importar un conjunto de moto y sidecar. ¿Imposible? No del todo, pero Svenson sugiere alternativas. Por ejemplo, recurrir a una moto clásica que permita, de serie, su uso con sidecar. O bien hacerse con alguno de los modelos que el fabricante ruso Ural todavía comercializa: es uno de los pocos que aún lo hace. “Antes se usaban por necesidad porque los coches no estaban al alcance de las clases populares y ahora es más por afición”, resume el experto.
Los modelos más adecuados
Si se pretende transportar a dos personas y algo de equipaje, los incidados son los más grandes y potentes, denominados maxi escúter, a los que será posible acoplar alforjas laterales o maletas (además del baúl trasero) e incluso un pequeño respaldo para el acompañante que algunos llevan de serie. Su motor desarrolla hasta 15 cv que permitirán alcanzar 120 km/h como máximo. Por encima de 125cc hay motos en formato escúter bastante más potentes, pero requieren otro tipo de carné para conducirlas.
Confort a lo grande
Sin embargo, en la familia de las dos ruedas hay parientes mejor preparadas para viajar en pareja. Sin duda, las mejor adaptadas son las touring o de turismo, creadas de abajo arriba para cubrir largas distancias. No sólo porque mecánicamente superan a las motos urbanas y mantienen como estas una posición de conducción erguida, sino porque incorporan en su diseño elementos pensados para un uso en carretera habitual y prolongado:
- Mayor protección aerodinámica gracias a un generoso parabrisas y escudos para las piernas (una característica copiada por algunos escúteres).
- Asientos que se adaptan mejor al piloto y acompañante.
- Posibilidad de instalar grandes maletas a ambos lados en la parte posterior.
- Generoso depósito de combustible que permite una mayor autonomía, en torno a los 500 km.
- Estriberas y apoyos más cómodos para el pasajero.
Por otro lado, tanto en el segmento tourer como en otros con cualidades ruteras, como el de las trail y, en menor medida, las custom, estas motos grandes pueden contar con sistemas electrónicos que aportan más seguridad y facilidad a la conducción gracias a sistemas ABS más completos; control de tracción; asistente de arranque en pendiente, de giro y de freno dinámico; ajustes electrónicos de la suspensión, llamada de emergencia, etc.
Todo cubierto
Hay una parte del equipaje que no se ve ni ocupa espacio, pero es esencial para viajar con tranquilidad. Hablamos de las coberturas del seguro, y más aún si en moto se va acompañado.
Lo primero que hay que comprobar es si está incluida la asistencia médica para el acompañante en caso de accidente y cuál es su límite. Otras coberturas muy recomendables son la moto de sustitución, el servicio de grúa y la llamada de emergencia automática, capaz de enviar una ambulancia en caso de siniestro, que Caser ofrece a tráves del dispositivo ReMoto.