La proliferación de los biocombustibles, el hidrógeno (H2) y los distintos tipos de gas (natural comprimido, natural licuado y gas licuado de petróleo), sumados a la gasolina y el diésel, obligó hace ya un tiempo a las autoridades europeas a tomar cartas en el asunto para orientar a los conductores. La solución pasó por el diseño de 10 nuevos pictogramas de diferentes formas, cifras y letras, comunes en todo el territorio de la Unión Europea, que sirven para aclarar qué combustible es compatible con cada vehículo, y evitar errores que pueden ser fatales al rellenar el depósito.
“Los consumidores han acogido las nuevas etiquetas con normalidad, no ha habido problemas”, sostiene el director general de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), Andreu Puñet. Los iconos son exactamente los mismos en los 28 Estados miembros de la UE, así como en Islandia, Liechtenstein, Noruega, Macedonia, Serbia, Suiza y Turquía. “También sirve para tener certeza cuando viajemos a otro país del carburante que debemos utilizar, con independencia de la denominación comercial que se le dé en cada destino”, prosigue Puñet. Otro de los objetivos es el de concienciar a los usuarios sobre la existencia de combustibles alternativos a los fósiles, estos últimos más contaminantes.
“Las nuevas indican el nivel de biocombustible que lleva la gasolina o el gasóleo que se vende, y las antiguas señalan el octanaje”
Víctor García Nebreda, secretario general de la Aevecar
Además de en los surtidores y mangueras, los iconos figuran en los manuales de los nuevos vehículos (turismos, motos, ciclomotores, furgonetas, camiones, autobuses y autocares) y en sus tapas del depósito de combustible, así como en los concesionarios.
Al detalle
En el interior de cada etiqueta se establece el porcentaje máximo de biocombustible (es decir, que no es hidrocarburo) que tiene el carburante recomendado para utilizar en el vehículo. En los círculos de la gasolina, las denominaciones se dividen entre E5 (5% de etanol y el resto, gasolina), E10 (10%) y E85 (85%). En el caso del diésel, los pictogramas cuadrados son B7 (7% de biodiésel), B10 (10%) y XTL (diésel parafínico o sintético, fabricado a partir de material fósil o renovable).
Y para los rombos que indican el resto de combustibles alternativos o gaseosos, la información puede referirse a H2 (hidrógeno), GNC (gas natural comprimido), LPG (gas licuado del petróleo) y LNG (gas natural licuado).
“La medida provocó un alarmismo injustificado” admite el secretario general de la Agrupación Española de Vendedores al por menor de Carburantes y Combustibles (Aevecar), Víctor García Nebreda. “Hay que tener en cuenta que estas etiquetas aumentan la información disponible, pero toda aquella que ya se encontraba el cliente en las estaciones de servicio sigue exactamente igual y, por lo tanto, el usuario realmente no nota una diferencia apreciable”, concluye.
De hecho, no está prevista la eliminación de las que ya existían (es decir, las etiquetas de Gasolina 95, Gasolina 98 y Diésel). El motivo es que informan de asuntos diferentes. “Las nuevas indican el nivel de biocombustible que lleva la gasolina o el gasóleo que se vende, y las antiguas señalan el octanaje, o si lleva más o menos aditivos, o simplemente la denominación comercial que cada empresa le haya querido dar al producto”, apunta García Nebreda. Lo cierto es que no todos los vehículos pueden usar los mismos porcentajes de biocombustible, por lo que es muy importante saberlo. Casi todos los fabricantes advierten del carburante que puede usar cada modelo de vehículo. “Pero si no te ajustas a las especificaciones que te marcan y tienes un problema, obviamente no se harán cargo de él”, avisan desde Aevecar.
Por mangueras
A efectos prácticos, si el coche funciona con gasolina 95, se deberá llenar el depósito en un surtidor que luzca la etiqueta circular E5 (es decir, el 5% del componente del combustible es etanol). En el caso de la gasolina 98, el surtidor adecuado es el que disponga de la E10. Si el vehículo es bifuel, la solución pasa por repostar en la manguera con el símbolo E85 (85% etanol y 15% gasolina). Por su parte, el icono cuadrado B7 o B10 se refiere a los diésel.
Las etiquetas también afectan a los vehículos híbridos-eléctricos. Respecto a los 100% eléctricos, en la actualidad se está diseñando un conjunto de pictogramas aplicables tanto a los vehículos como a sus puntos de recarga, que indicarán el tipo de corriente que suministra el cargador de la batería o su potencia. Serán similares a los que entraron en vigor a mediados del pasado mes de octubre.