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Hacer un viaje en caravana es algo que muchos nos hemos planteado alguna vez en la vida. Conducir sin rumbo, aparcar en un paraje en plena naturaleza, dormir bajo un manto de estrellas… Sin embargo, ir a un resort a la playa con todo incluido o acomodarse en un apartamento sin más pretensiones que descansar son planes que suelen relegar la soñada aventura sobre ruedas.
“¿Y si este año…?”. Puede que haya llegado el momento de experimentar cómo son unas vacaciones en autocaravana. La garantía higiénica que proporciona un entorno controlado, la autonomía de movimientos y la tranquilidad de sentirse como en casa, son tres buenos argumentos para probar. Solo hay que elegir la compañía, planificar bien la ruta y colocar a bordo todo lo que se necesite en el que será nuestro hogar en los próximos días. Te damos algunos consejos para afrontar un viaje redondo.
¿Caravana o autocaravana?
Lo primero a decidir es qué tipo de vehículo prefieres: caravana o autocaravana. El primero es un remolque de grandes dimensiones, por lo que necesitas un coche con un motor potente (y un gancho homologado) para acarrear ese peso extra. La conducción con una caravana es algo más compleja, especialmente las maniobras. Para estacionar y dormir en la caravana tienes que acudir inexcusablemente a un camping.
Una autocaravana, en cambio, es un vehículo en sí. Más sencillo de conducir, siempre que se preste atención a su tamaño, es más ágil sobre el asfalto (hasta cierto punto: no hay que olvidar que está prohibido pasar de 100 km/h en autovía, dependiendo del peso del vehículo) y puede aparcarse incluso en la vía pública. Para pernoctar hay que elegir entre un camping o un área de servicio. Está totalmente prohibido hacerlo en espacios protegidos, como los Parques Naturales o Nacionales. También es posible pasar la noche dentro de la autocaravana si está estacionada en la vía pública, pero sin acampar. Es decir, no se pueden desplegar accesorios –un toldo, por ejemplo– ni sacar elementos a la calle, como sillas o mesas plegables.
Sin embargo, ten en cuenta que cada Ayuntamiento impone sus normas en las Ordenanzas Municipales y estas suelen ser bastante restrictivas. Francis Fernández, veterano propietario de una autocaravana, ha tenido muy malas experiencias en sus viajes por España. “Los autocaravanistas estamos perseguidos. En la mayoría de los pueblos y ciudades te prohíben circular y estacionar. Al final, no queda otra que buscar un área o un camping, ambos de pago, si quieres evitar la multa. Esta se puede recurrir porque el Reglamento General de Circulación nos ampara, pero no merece la pena entrar en litigios”, cuenta.

Como en casa… más o menos
La gran ventaja de viajar en caravana y autocaravana es que es posible llevar todo lo que se necesita en un entorno totalmente seguro: viene a ser como una extensión de la vivienda, pero más pequeña, y con todas las garantías de higiene.
Hay opciones para todos los gustos, diferentes tamaños para grupos pequeños o numerosos y equipamiento más o menos completo dependiendo de lo que se necesite. El tamaño es importante, tanto para los giros, en la conducción, como para el consumo de combustible y la convivencia en el interior. Y ten en cuenta, también, que quizá no todo el equipamiento (GPS, portaequipajes extra…) esté incluido en el alquiler.
Viajar por Europa, una estupenda elección
La infraestructura y los servicios que otros países europeos ponen a disposición de los viajeros con caravana es, en términos generales, muy buena. Portugal y Francia, los destinos más cercanos a España, son dos buenas propuestas para visitar. Las reglas de pernocta son bastante similares a las españolas –no se permite salvo en zonas habilitadas para ello–, pero a cambio cuentan con un gran número de áreas y campings para todos los gustos y presupuestos.
Para cruzar la frontera con una caravana o autocaravana no es necesario ningún permiso o documento especial. Basta con el carné de conducir español, el DNI y la documentación del vehículo: permiso de circulación, tarjeta de la ITV y los papeles del seguro.
Además, al salir fuera de España es conveniente llevar algún seguro de viaje. La tarjeta sanitaria europea cubre las urgencias más comunes y es sencilla de solicitar, pero si quieres estar más cubierto hazte una póliza específica de viaje. Este año puedes contratar el seguro de Caser de asistencia en viajes con coberturas COVID-19, que te garantiza la asistencia si se enferma por coronavirus, se produce una declaración de Estado de Alarma o un aviso de cierre de fronteras.
Categorías de autocaravanas
- Camper. Se trata de una furgoneta adaptada, que puede ser solo para pernoctar o estar completamente equipada. Es un vehículo más ágil en la carretera, pero resulta algo agobiante por su pequeño tamaño: tendrás que pasar mucho tiempo fuera de la autocaravana si quieres sentirte más libre.
- De doble cabina o capuchina. En ella se utiliza la zona superior sobre la cabina para dormir y la inferior para estar, así que resulta muy cómoda para familias o grupos más grandes, al tener mucho espacio interior útil –hasta 8 personas, pero solo para dormir, porque para viajar se necesitará otro vehículo–. Su equipamiento es muy completo: cocina, baño, ducha, armarios…
- Perfilada. Cuenta con diferentes longitudes, lo que la convierte en una opción perfecta para familias con niños pequeños o una pareja. Tiene capacidad de hasta seis personas. Y las mismas comodidades que una capuchina, pero ofrece muchas más posibilidades de distribución interior.
- Integral. Es la más grande de todas, sobresaliendo por su equipamiento y posibilidades. Es un vehículo más ancho, por lo que circular por carreteras estrechas resulta más complicado. Si quieres sentirte literalmente como en casa, es la mejor opción, pero también la más cara.
Tipos de caravanas
También dispone de distintas categorías para elegir, si bien todas vienen a ser un remolque con dos o cuatro ruedas que debe ser arrastrado por un vehículo.
• Normal o convencional. Su diseño es muy compacto, solo tiene dos ruedas y su distribución interior distingue cuatro zonas: cocina, salón, baño y dormitorio.
- Híbrida. Es similar a la anterior, pero incluye una especie de tienda de campaña integrada en el chasis que se despliega lateralmente, lo que da más habitabilidad.
- Minicaravana. Está a medio camino entre una caravana y una tienda de campaña. Incorpora una pequeña cocina en la parte trasera, mientras que el resto del remolque se utiliza como cama para dos personas. No tiene baño.
Planificar el viaje
Los meses con más luz son los más demandados para el turismo en caravana. La infraestructura de campings y áreas de servicio en España es buena pero, ante un aumento de la demanda como la de este año, puede que se quede corta. Para evitar desagradables sorpresas lo mejor es planificar la ruta a seguir, tener localizadas las áreas de servicio y, si es el caso, reservar plaza en un camping con la suficiente antelación.
“En verano los ayuntamientos persiguen a las caravanas, sobre todo en la costa. Es muy normal que no te permitan aparcar o solo puedas hacerlo durante unas horas y nunca de noche, con lo que dormir cerca de la playa y pasarte el día en la arena no es viable. Lo mejor es huir hacia el interior o, si prefieres el mar, acomodarte en un camping. Las áreas son pocas, suelen estar llenas y se limita la estancia a dos o tres días: es una lotería que haya sitio”, recomienda Francis. Y una cosa más: la recarga de agua o energía, en el vehículo o en el remolque, es tan importante como controlar el tratamiento los residuos. Infórmate bien si quieres evitar sorpresas.





