Cada vez más empresas ofrecen a sus trabajadores herramientas para realizar sus funciones laborales en las mejores condiciones. El coche de empresa es, junto con el móvil, una de las más comunes, aunque en ocasiones al trabajador le surge la duda acerca de si puede utilizar el coche de empresa para uso particular. La respuesta está en el contrato y los acuerdos alcanzados entre el empleado y la organización.
¿Puedo conducir un coche de empresa para uso particular?
Utilizar un coche de empresa para uso particular sin consentimiento de la compañía puede ser motivo de despido, tal y como reflejan diferentes sentencias. En los casos en los que se admite como válido el despido disciplinario realizado por la compañía la sentencia confirma que hay una vulneración del principio de buena fe contractual que se produce cuando el empleado oculta el hecho a sus superiores.
Si el vehículo es considerado una herramienta exclusiva de trabajo, el empleado no puede utilizar el coche de empresa para uso particular. Pero si el coche es considerado una retribución en especie y se pacta el uso mixto tanto dentro como fuera del trabajo no habrá ningún problema en que sea utilizado cuando el trabajador termine su jornada laboral, pero no en su transcurso.
Conviene consultar los seguros de coche existentes para adaptarlos a cualquiera de las funciones previstas y que el vehículo pueda estar cubierto ante posibles imprevistos o accidentes sin que afecte al normal desarrollo de la compañía. Hay que tener claro, además, que una actuación contraria a lo reflejado en el contrato puede traer represalias que pueden llegar incluso al despido del trabajador por causa justificada.

Coche de empresa: requisitos para deducir el IVA
A diferencia de lo que ocurre con los vehículos de empresa, en el caso de los vehículos de renting en los que se permite al trabajador su uso y disfrute fuera del horario laboral, tanto los empresarios como los empleados deberán tributar un tanto por ciento del valor del vehículo en el Impuesto de la Renta.
Las compañías que compran un coche de empresa pueden deducirse el IVA siempre que se cumplan unos requisitos indispensables, como que el vehículo sea necesario para el desarrollo de la actividad empresarial. En caso de inspección por parte de la Agencia Estatal de Administración Tributaria se debe justificar este uso profesional.
Si el vehículo afecta directa y exclusivamente a la actividad profesional, la empresa puede deducirse el 100% del IVA de los gastos que ocasione su uso: gasolina, reparaciones, ITV, peajes, aparcamiento o piezas de recambio, entre otros. Todos estos gastos deben ser justificados con factura.
Si el coche se utiliza tanto en la actividad profesional como de forma particular, la empresa puede deducirse el 50% del IVA del vehículo y de los gastos relacionados con el mismo.
¿Se puede tener un coche particular a disposición de la empresa?
Antes de poner un coche particular a disposición de la empresa conviene preguntarse si existe alguna fórmula que permita no tener que hacerlo, como realizar el desplazamiento en otro medio de transporte o acometer la actividad mediante la modalidad de teletrabajo.
Para distancias superiores a 110 kilómetros, ida y vuelta, se recomienda a los empleados usar un coche de empresa como alternativa al propio vehículo. En función de si un vehículo se usa de forma particular o se realizan con él funciones de empresa, existen diferentes tipos o modalidades en el seguro del coche que permiten elegir el que mejor se adapta a cada necesidad. Y si eres autónomo, tal vez te interese un seguro para vehículos profesionales Coche x Coche PRO, que te ofrece un coche en propiedad si te quedas sin tu vehículo de trabajo por siniestro total.
Por otra parte, las compañías que tienen coches de empresa suelen tener una alta rotación de su parque de vehículos, por lo que es bastante habitual la venta del coche de empresa a un particular. En este caso salen beneficiadas ambas partes. La empresa puede ofrecer a sus trabajadores vehículos en excelentes condiciones de manera frecuente y el particular recibe un coche que no cuenta con un número elevado de kilómetros y que ha sido sometido a un constante mantenimiento.
Si tienes la suerte de que tu compañía ponga a tu disposición un vehículo, debes tener en cuenta que solo podrás utilizar el coche de empresa para uso particular si previamente lo has pactado con tu compañía y queda reflejado en tu contrato laboral.