Los animales también sufren las bajas temperaturas, por lo que proteger al perro del frío o mantener caliente a tu gato es fundamental en invierno. Una exposición prolongada al frío pone en peligro la salud del animal e incluso puede provocarle hipotermia. Por tanto, reconocer cuándo tu mascota está llegando al límite de su resistencia te evitará más de un susto.
¿Cómo saber si mi perro tiene frío?
Cómo saber si mi perro tiene frío es muy fácil. Algunos síntomas nos lo indican claramente:
- El animal está temblando o con escalofríos: temblar es una señal inequívoca de que el perro está intentando mantenerse caliente.
- Se acurruca: si se enrosca como si fuera una bola o se encorva metiendo el rabo entre las piernas está intentando ganar calor con su propio cuerpo.
- Tiene las orejas o el cuerpo frío: si tu perro o gato tiene la punta de las orejas o el cuerpo a una temperatura inferior a la normal es que, probablemente, estará pasando frío.
- Ladra, se queja o lloriquea: puede que esté intentando llamar la atención.
- Entra en un estado de somnolencia: nos debe preocupar que su respiración sea más lenta de lo normal.
Todos estos casos requieren de una intervención urgente. Lo primero es proteger al perro del frío cubriéndole con mantas o prendas calientes, para conseguir que entre en calor.

¿Cuánto frío soporta un perro?
A la pregunta de cuánto frío puede aguantar un perro no se le puede dar única respuesta, puesto que la tolerancia dependerá de su raza y tamaño. En general, prácticamente todos los perros pueden soportar hasta 7 grados centígrados, y hasta 4 grados centígrados si hablamos de las razas más grandes y con pelo.
Los perros de tamaño pequeño o los de tamaño mediano de pelaje corto pueden comenzar a sentir las bajas temperaturas a partir de los 12 grados. Si la temperatura baja de cero grados, las salidas a la calle deben ser de un máximo de diez minutos.
Los perros medianos de pelaje largo y las razas de perro más grandes comenzarán a estar incómodos a partir de los 4 grados y aguantarán un paseo de media hora a una hora, dependiendo de la raza, cuando el mercurio presente cifras negativas. En cambio, las razas árticas pueden aguantar varias horas a la intemperie si están entrenados para ello
¿Cómo proteger las almohadillas de los perros en la nieve?
Cómo proteger las almohadillas de los perros en la nieve es un aspecto fundamental de su cuidado en invierno, ya que pueden agrietarse y formar heridas. Lo ideal es ponerles una crema hidratante especial para este fin, pero también podría valer untar las almohadillas con vaselina o poner una crema adherente que forme una película protectora.
Otra opción para proteger al perro del frío es comprar unas botas especiales, adecuadas al tamaño de sus patas. Esto es especialmente importante en el caso de los cachorros, que tienden a sufrir más heridas.
¿Cómo saber si mi gato tiene frío?
Si alguna vez te has preguntado cómo saber si mi gato tiene frío, estate atento a los siguientes comportamientos:
- Se esconde: si se mete debajo de las mantas o del edredón es probable que esté buscando calentarse.
- Busca lugares cálidos: se pone al sol, o junto a chimeneas o radiadores.
- Está tiritando: cuando tienen mucho frío los gatos tiritan.
- Tiene frías las orejas, las almohadillas o el rabo: es señal de que ha perdido temperatura.
- Se encuentra más somnoliento: cuando un gato pasa frío puede quedarse en estado de aletargamiento.
Si los temblores son constantes, o tu gato presenta dificultad respiratoria o rigidez muscular, es necesario que le vea un veterinario. Un seguro para mascotas te permitirá, además, consultar por móvil tus dudas para hacerle los primeros auxilios.
¿Cuánto frío soporta un gato?
Los gatos son animales frioleros por naturaleza. Por este motivo, en invierno muchas personas se preguntan cuánto frío aguanta un gato. En general, su temperatura de confort oscila entre los 30 y los 38 grados centígrados.
Los gatos comienzan a sentir frío a partir de los 29º centígrados. Si salen a la calle y tienen que lidiar con el viento y la humedad, necesitarán una dieta más calórica que les permita hacer frente a la pérdida de energía que supone esta situación. En invierno, proteger al perro del frío y proporcionar a los gatos un entorno caliente y seguro es clave para que estén sanos.