Puede resultar complicado decidirse entre tanta variedad, pero a la hora de escoger su primer coche, hay una serie de cuestiones básicas que deben tener en cuenta los conductores noveles sobre la seguridad, potencia y antigüedad, si optamos por uno de segunda mano. Antes que nada, hay que preguntarse qué uso se le va a dar al vehículo y cuánto se puede gastar en su compra.
¿Nuevo o usado?
Si el presupuesto no llega para un coche nuevo, se puede recurrir a los kilómetro cero, unidades ya matriculadas que, si no se venden, se ofrecen con algún tipo de descuento, pasados unos meses. Su otra gran ventaja es que la entrega puede hacerse casi en el acto, mientras que un coche nuevo casi siempre se hace esperar, incluso varios meses, ya que debe ser trasladado hasta el concesionario y matriculado. Eso, si no se nos antoja un lanzamiento de moda, en cuyo caso la espera se multiplica.
Otras características que influyen en la decisión de comprar un coche

En cuanto a la potencia, “conviene no debutar con un vehículo de más de 120 CV”, insiste Estal, ya que, sobre todo en los primeros meses, lo mejor es conducir uno “que se pueda guiar tranquilamente y de forma sencilla”. Por eso, sugiere huir también de las tracciones traseras. ¿Manual o automático? “El cambio manual es un invento anacrónico y en situaciones de tráfico denso constituye una auténtica tortura manejarlo”. Estamos, sobre todo, ante una cuestión de comodidad.
Retomando la pregunta inicial, ¿es mejor diésel o gasolina? Si se van a hacer menos de 10 o 15.000 kilómetros al año “no debe ni plantearse un diésel, puesto que la ITV es más costosa y, sobre todo, las averías”. Y desde el punto de vista del consumo “no hay una diferencia tan grande como había antes” ya que, además, el precio de ambos carburantes se ha igualado bastante.
Además, las principales marcas suelen lanzar campañas a lo largo del año para dar salida al stock de coches que han distribuido previamente a los concesionarios para agilizar las entregas. Aunque están sin matricular, suelen tener descuento, como en el primer caso, y conservan la misma garantía que el modelo nuevo.
Ya en el mercado de segunda mano se pueden encontrar, principalmente, vehículos con pocos kilómetros, los llamados seminuevos que no suelen superar los dos años o los 25.000 km, que aún pueden tener garantía oficial o bien la ofrecida por el concesionario, más limitada. Y para los más indecisos, algunos concesionarios permiten probar el coche una vez pagado durante un mes o 1.000 km.
A este respecto, Sergio Estal, delegado comercial de Yamovil, recomienda “hacer una única compra, dentro de lo posible. A veces se buscan coches de 1.000 ó 2.000 euros y para eso tiene que tiene que ser muy viejo o con muchos kilómetros, o las dos cosas. Ese tipo de vehículo lo acabas comprando dos veces porque en poco tiempo tienes que hacerle reparaciones importantes”. En todo caso, Estal aconseja solicitar al vendedor un certificado de kilometraje y de ausencia de golpes estructurales.
“La tendencia de muchos jóvenes es buscar coches de mucha potencia y antigüedad, pero cuanto más moderno sea y menos CV tenga, mayor bonificación a la hora de contratar un seguro”
Sergio Estal, delegado comercial de Yamovil
Por último, existe otra alternativa, el renting, un contrato de alquiler por años (entre uno y cinco) a cambio de una cuota mensual fija que incluye, entre otros, los gastos de mantenimiento, revisiones e impuestos municipales.
La seguridad
Muy importante y guarda relación con la variable anterior, ya que la antigüedad del vehículo determina los sistemas de seguridad y su eficacia. En los últimos años, la seguridad activa ha dado un gran paso gracias al uso de radares y cámaras que sirven para evitar o reducir las consecuencias de las colisiones por alcance y los atropellos.
Es la llamada frenada de emergencia autónoma. Muchos coches fabricados en los últimos años la incluyen incluso de serie. También pueden ser muy útiles el detector de falta de atención al volante –en caso de somnolencia, por ejemplo–, y el de cambio involuntario de carril.
El seguro
La póliza a todo riesgo de un conductor novel (menos de dos años de antigüedad del carné) puede ser hasta un 30% más cara que la de uno veterano (normalmente, a partir de 10 años de experiencia) y, de hecho, hay aseguradoras que no cubren a menores de 25 años.
Además, las versiones más potentes tienen un sobreprecio. “La tendencia de muchos jóvenes es buscar coches de mucha potencia y antigüedad, pero cuanto más moderno sea y menos CV tenga, mayor bonificación a la hora de contratar un seguro de coche”, confirma Estal.