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Quizá eres el típico commuter sobre ruedas. Es decir, trabajas a poca distancia de tu trabajo, te desplazas en coche y, además, tienes garaje propio. En ese caso, vehículo híbrido eléctrico enchufable puede resultar una opción interesante para ti. Estos tres factores son importantes si quieres que esto te compense: recorrer una distancia diaria de unos 50 kilómetros, hacerlo en recorrido y tener a mano un enchufe para ‘cargar las pilas’.
¿Qué significa un híbrido enchufable?
La DGT equipara a los vehículos híbridos enchufables con los coches eléctricos y les otorga la misma “etiqueta Cero”. Pero, ¿qué es exactamente? Estos vehículos combinan un motor de combustión y otro eléctrico.
Cuando se utilizan en modo completamente eléctrico, la batería permite una autonomía de hasta 50 km teóricos o incluso más. Eso sí, en el mundo real serán menos, en función de la velocidad media y la temperatura exterior (el frío reduce la autonomía). Así, una cifra más realista se situaría en torno a los 35 km.

¿Cómo funciona un vehículo híbrido enchufable?
Este tipo de coche ecológico cuenta con dos sistemas de propulsión y ofrece una clara ventaja respecto a un coche totalmente eléctrico en cuanto a posibilidades de uso, ya que cuando no queda energía en las baterías, el motor de combustión emplea el combustible del depósito. De esta forma, los híbridos enchufables ofrecen una autonomía similar a la de un coche convencional y evitan las limitaciones de la actual red de cargadores públicos. En España, la aplicación Electromaps muestra los puntos existentes de carga y, gracias a sus usuarios, añade información práctica sobre el estado de cada uno y teléfonos de contacto.
Eso sí, un vehículo híbrido eléctrico enchufable no está pensado para hacer viajes de media o larga distancia de manera frecuente, aunque pueda afrontarlos, por supuesto. En realidad, su concepción nace de analizar la rutina del conductor medio, ese commuter, como explica Rafael del Río, director técnico de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso del Vehículo Eléctrico (Aedive): “El 95% de los trayectos diarios en Europa son de menos de 80 km, y el 50% no superan los 50”.
La idea es evitar tanto como sea posible la emisión de gases contaminantes en entorno urbano. Precisamente por su capacidad de circular sin expulsar nada por el tubo de escape durante unas decenas de kilómetros. Su principal ventaja es que se puede aparcar gratis en las zonas de estacionamiento regulado de grandes ciudades. Por otra parte, también es posible conseguir ayudas para que comprarlos salga más económico. Asimismo, los coches ecológicos presentan características particulares que hacen interesante suscribir seguros específicos. Los hay para coches híbridos y también eléctricos.
¿Cómo podemos cargar un híbrido enchufable en casa?
Entre las posibilidades de cargar un vehículo híbrido eléctrico enchufable está la de usar cualquier toma de corriente que se pueda tener por casa, la misma que se utiliza para enchufar el microondas o la televisión, por ejemplo. Y es que, en la actualidad, hay muchos coches de cero emisiones que tienen un enchufe de tipo Schuko. Por lo tanto, no se requerirá de ningún adaptador para enchufarlo a la corriente de casa sin ningún problema.
¿Cuánto cuesta cargarlo en casa?
Para calcular el coste de cargar un híbrido enchufable en casa, necesitamos saber su capacidad utilizable (no es igual en todos los modelos) y la tarifa eléctrica del usuario. Con una pila de tamaño mediano (7 kWh) y un precio también intermedio de la electricidad (0,18 €/kWh con IVA), el resultado sería de 1,26 € para una recarga completa.
Si fijamos una autonomía de 35 km y realizamos una regla de tres, los 100 km saldrían por 3,6 €. Lo siguiente es comparar este valor con el consumo de un coche de gasolina; pongamos que gasta 6 l a los 100 km y que el litro de súper 95 es de 1,28 €: nos sale 7,68 euros para la misma distancia, un poco más del doble que la electricidad del híbrido enchufable de este ejemplo. Pero la diferencia a favor de este último puede ser mayor si contratamos una tarifa con discriminación horaria y recargamos por la noche, cuando el kWh puede costar la mitad.
¿Qué potencia necesito?
La potencia para cargar un vehículo híbrido eléctrico enchufable en casa dependerá de la capacidad que tenga su batería y la propia velocidad de carga que ofrezca el enchufe al que se va a conectar. No obstante, generalmente, para una carga rápida de aproximadamente media hora se requerirán unos 22 kW de potencia, mientras que para una lenta con, aproximadamente, 7 kW sería suficiente. De hecho, en algunos puntos de recarga existen las dos opciones para que se elija la que mejor convenga en cada momento.
Por lo general, lo adecuado es siempre elegir la carga lenta, ya que esta es más beneficiosa para la batería y a largo plazo incrementa su vida útil. Sin embargo, la carga rápida puede ser necesaria en determinadas circunstancias y no hay inconvenientes en recurrir a ella de vez en cuando. Y es que un vehículo híbrido eléctrico enchufable es un vehículo que, cada vez, gana más presencia en las carreteras por todas las prestaciones que ofrece.