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La estrategia de inversión tiene la rentabilidad de nuestro dinero como meta. Si no contamos con educación financiera y una visión pormenorizada del mercado, lo mejor es confiar en criterios profesionales que, en función de los objetivos marcados y nuestro perfil como inversor, nos pueden ayudar a sacar el máximo beneficio.
¿Qué es una estrategia de inversión?
Una estrategia de inversión es un plan de actuación que nos ayuda a lograr la máxima rentabilidad de nuestros ahorros a través de operaciones que tienen en cuenta nuestras metas y el riesgo a asumir.
El desarrollo de una estrategia de inversión es clave para actuar en el mercado bursátil. Existen múltiples posibilidades de ahorro e inversión, como invertir basándote en la orientación de los algoritmos de un robot, a través del asesoramiento de una gestora independiente sobre las mejores oportunidades que ofrece la renta variable, o ahorrando poco a poco a través de un plan digital. Solo hay que elegir la que mejor se adapte a tus circunstancias.

Criterios para una estrategia de inversión segura
Para llevar a cabo una estrategia de inversión segura hay que conocer el mercado financiero y trazar un plan de actuación. Para ello, existen unos criterios de inversión que hay que tener en cuenta si queremos poner en marcha una estrategia que ofrezca resultados:
- Gestión de la cartera: solo a través del conocimiento de los mercados y la naturaleza de la inversión podremos trazar un mapa de actuación. Esto nos lleva a decidir si nos ocuparemos nosotros mismos de la gestión de nuestra cartera o la derivamos a un profesional especializado.
- Periodo de aplicación: hay que tener en cuenta si la estrategia de inversión está dirigida a corto o largo plazo.
- Tolerancia al riesgo del inversor: cualquier actuación exige una reflexión previa sobre el riesgo que se está dispuesto a asumir, con el fin de poder plantear aspectos como la diversificación.
Ejemplos de estrategia de inversión
El objetivo de una estrategia de inversión es encontrar las operaciones que, adaptándose a nuestras circunstancias, nos permitan obtener la mejor rentabilidad para nuestro dinero. Estos son algunos ejemplos de estrategia de inversión:
Inversión en valor
La inversión en valor está orientada a buscar rentabilidad en el largo plazo a través de la renta variable. Para ello es necesario analizar el mercado en busca de compañías en las que su valor real sea superior a su precio en el mercado, bajo el convencimiento de que éste acabará ascendiendo antes o después. Actualmente existen opciones como el Plan de ahorro UL Caser SuperInversión, un plan de ahorro de renta variable, sin permanencia y con el que el interesado, apoyado por un equipo de profesionales, decide las aportaciones y el tipo de inversión.
Inversión orientada al mercado
Esta modalidad busca oportunidades derivadas de la actualidad y con poca volatilidad, lo que implica un riesgo menos acusado que otras estrategias.
Inversión al crecimiento
Se trata de una estrategia de inversión que pone el foco en compañías con un alto potencial de crecimiento y objetivos de éxito futuro, lo que conlleva un grado de riesgo alto.
Inversión socialmente responsable
La inversión socialmente responsable tiene en cuenta no solo la rentabilidad, sino la opción de conseguir mejorar la sociedad tomando en cuenta factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo. Cada vez más estrategias de inversión tienen en cuenta este tipo de inversiones, muy demandadas por inversores con un perfil joven y comprometido.
No hay una estrategia de inversión mejor que otra. Existen diferentes soluciones para crear, rentabilizar y disfrutar de nuestros ahorros, muchas de ellas adaptadas a los nuevos tiempos y a nuestro perfil de inversor. Si no se tiene un conocimiento exhaustivo del mercado, es mejor optar por el acompañamiento de expertos financieros que puedan trazar el mapa a seguir, con el objetivo puesto en conseguir la mayor rentabilidad para nuestros ahorros.